Miranda «arropa» a la familia del marinero ghanés fallecido

ARSENIO BESGA
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El entorno de la víctima del naufragio del Villa de Pitanxo asegura que el Ayuntamiento, Cruz Roja y los vecinos se han «volcado» con la viuda y los hijos. «Ahora mismo no les falta de nada», comenta una conocida

La alcaldesa, el concejal de Servicios Sociales, el hijo mayor de Apaanah y miembros de Cruz Roja, junto a la viuda tras el funeral. - Foto: Jesús J. Matías

Miranda en su conjunto se ha «volcado» con la familia de Pelungo Zure Apaanah, el marinero ghanés que vivía en la ciudad y falleció en el naufragio del carguero Villa de Pitanxo. Desde que la tragedia tuvo lugar, su esposa ha recibido una pequeña aportación económica del Ayuntamiento, según  Celina, una mujer cercana a la víctima. «No es mucho, pero por lo menos es algo», explica. Los afectados por el accidente en el mar contarán con esta prestación hasta que «se tramite» su pensión. En cualquier caso, el entorno reconoce que el Consistorio «se ha involucrado». Y no han sido los únicos, puesto que gracias a entidades como Cruz Roja y a varios vecinos anónimos «ahora mismo no les falta de nada».

«No solamente les están ayudando los pueblos negros, sino que también los españoles», explica Celina. Desde su punto de vista, la esposa y los hijos de Apaanah «están arropados» por toda la localidad. «Miranda es como una ciudad muy familiar, nos conocemos unos a otros», comenta. «Si la gente sabe de tu situación, está allí para ayudar», añade.

Por ejemplo, «hay alguna chica» que acompaña a la viuda del marinero por las noches. Además, toda la comunidad ghanesa, sobre todo Celina y su marido, colaboran con la familia para gestionar los diferentes trámites que deben realizar porque «no entienden bien castellano, ni ella ni los hijos». Sin embargo, el trato con los afectados por la tragedia no solamente consta de buenas acciones desinteresadas, también están recibiendo cierto soporte material que resulta indispensable dada su situación.

«Cruz Roja también les da algo de alimentación», relata Celina.Según explica, «entre todos, todavía les estamos ayudando». Dentro de ese conjunto de personas volcadas en echar una mano a la familia se encuentran quienes «dan dinero o si les falta algo concreto». Igualmente, en la iglesia a la que acude con asiduidad el entorno de Apaanah aceptan aportaciones económicas para destinarlas íntegramente al cuidado de su mujer y de sus hijos. «Hay una persona que nos ha dado 1.000 euros para ellos», reconoce su amiga.

FUTURO. Cuando el Villa de Pitanxo naufragó en febrero, Apaanah aguardaba a que su esposa diera a luz por tercera vez. Ahora, la niña ha nacido y «ha salido todo bien». De igual manera, sus hijos, Baba (15) y Harry (17), están aclimatándose a la ciudad y forjando lazos en ella. En el instituto Fray Pedro de Urbina «hay profesores que les están arropando» y, por ahora, han logrado que su deseo sea continuar con sus vidas en Miranda.