Lotera, cocinera y dicharachera. Así es Rosario Repiso, la raudense que hoy participa en la segunda edición de MasterChef Abuelos. Cuenta que se presentó porque su nieta Olivia la engatusó. Tanto insistió que acabó liándose la manta a la cabeza. Y ya metida en los fogones del programa televisivo, reconoce que a ella los callos se le dan "de maravilla". Hasta tal punto que muchos familiares y amigos aseguran que no han probado otros mejores. Los caracoles son otra de sus especialidades, que completan el cocido o las patatas a la riojana.
Al famoso jurado del reality de Televisión Española le conquistó con una merluza guisada. Pero antes de cocinar tuvo que superar varias pruebas. La primera un vídeo, que grabó en el patio de su casa de Roa de Duero "con mi cigarrito en la mano y mi copita". Después, un test escrito. Y más tarde, una videoconferencia que, aunque tenía que durar diez minutos, se alargó media hora "sin que nadie me cortara". Fue entonces cuando recibió la llamada para ir a Madrid. "Yo encantada, tuvimos otra charla para contar nuestras vidas y de ahí a la cocina". Como encantada está su nieta Olivia. "¡Menudos gritos que daba cuando me cogieron"!, recuerda Rosario entre risas.
En los diez días que duró la grabación del programa, con viaje a Benidorm incluido para rodar en exteriores, la raudense disfrutó de lo lindo. Asegura que ha sido "una experiencia muy bonita", en la que ha conocido a mucha gente y que recomendaría a cualquier persona.
Asimismo, Rosario cuenta que los jueces, los chefs Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera, "son un encanto, majísimos todos, muy cariñosos", así como el resto de profesionales que hacen posible el programa.
"En Roa me apoyan mucho". La propia Rosario, que ha regentado durante muchos años la administración de lotería de Roa, confiesa que está "nerviosita" por verse en televisión "a ver lo que hago y lo que digo". Será una única velada en la que 12 concursantes veteranos lucharán por el trofeo que les acreditará como campeón del programa y 12.000 euros en metálico.
Repiso se siente muy apoyada por los vecinos de su localidad, donde ha sido presidenta de la asociación de amas de casa y ha colaborado con multitud de eventos. Peleará por el galardón con las recetas que habitualmente prepara para sus tres hijas y sus cuatro nietos, a los que se les hace la boca agua cada vez que se reúnen en torno a la mesa. Rosario se ha encargado de organizar todos los banquetes en bautizos y comuniones en el merendero de su casa.
Eso sí, nada de cocina moderna. "Donde esté un buen cocido o unas buenas alubias blancas con almejas, que se quiten las moderneces", defiende, mientras confiesa que ella es un tanto especial a la hora de comer y que el congrio, por ejemplo, no le hace gracia. De lo que no suelta prenda es del desenlace del concurso, aunque ella, sólo por la experiencia, ya se siente ganadora.