En numerosas calles de Burgos, como en esta del barrio del G-3, ya se han colocado los saleros con el fin de ser utilizados con carácter preventivo cuando se anuncie nieve o fuertes heladas.
Verter sal en las calles y aceras resulta fundamental para evitar accidentes viarios y los resbalones de los peatones cuando el asfalto o las baldosas se convierten en pistas de patinaje por culpa del hielo.
En los próximos días, el Ayuntamiento contará con un plan actualizado contra las nevadas.