El efecto Coliseum

J.C.M.
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El Hereda San Pablo Burgos se jugará la permanencia en las tres últimas jornadas, y dos de ellas serán ante su público (Unicaja de Málaga y Fuenlabrada)

El apoyo de los más de 9.000 aficionados del San Pablo puede resultar determinante. - Foto: Alberto Rodrigo

El Hereda San Pablo vive una situación dramática. En tres jornadas se jugará su futuro en la ACB y lo único positivo es que dos de esos tres partidos los jugará ante su gente, en el Coliseum, con más de 9.000 gargantas animando y empujando a los jugadores. 

El destino del Hereda San Pablo se decidirá en siete días. Comenzará con el partido del domingo ante Unicaja; seguirá en el duelo en Valencia cuya fecha dependerá de su semifinal en la Eurocup, y acabará el 15 de mayo con el encuentro ante el Fuenlabrada (falta por decidir la hora).

Es cierto que esta temporada el factor Coliseum no ha sido tan determinante como en otras temporadas, pero también lo es que los jugadores no han sabido aprovechar el empuje de su gente, como sucedió ante Obradoiro, cuando tenían el partido donde quería y se hundieron en el momento más importante del encuentro.

La afición del Hereda San Pablo se ha ganado una reputación en la Liga ACB. Más allá de la afluencia de público, por encima de los 9.000 espectadores, destaca por la actitud siempre positiva de los seguidores burgaleses.

La primera cita será este domingo, a las cinco de la tarde, contra Unicaja. Para muchos es el partido más importante en la corta historia del club.  Ganar al conjunto malagueño es vital para llegar a las dos últimas jornadas dependiendo de sí mismo (...).

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