La curva de contagios ha llegado a unos niveles de «riesgo extremo», en palabras de los responsables sanitarios, lo que obliga a limitar al máximo los contactos, esencialmente a la burbuja de los convivientes, y evitar toda actividad social que no sea necesaria, con el fin de recortar la incidencia acumulada; en el caso de la capital burgalesa, la segunda más alta de la región, tras la ciudad de Salamanca, con más de 1.100 casos -siempre en 14 días- por 100.000 habitantes.

En cuanto a Aranda de Duero, la tasa es de 992 casos por 100.000 vecinos y en Miranda de Ebro, 700.

La estadística diaria de Sacyl señala que se ha registrado un fallecimiento por covid-19 en el HUBU, con lo que la cifra total de personas muertas en los tres hospitales burgaleses es de 303.

En las últimas 24 horas se han contabilizado en la provincia 386 nuevos positivos por coronavirus que constatan una tendencia creciente y una grave situación de transmisión comunitaria, tal y como señaló la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado. «Los datos son muy preocupantes», afirmó Casado al mismo tiempo que alertó que se están incrementando los contagios en las zonas rurales. En cuanto al índice reproductor del virus, esto es los contagios de cada positivo, es de 1,17 en Burgos, por encima de la media regional (1,13).

Los once centros de salud de la capital burgalesa han comunicado en las dos últimas semanas un total de 2.009 positivos por prueba PCR en SARS-CoV-2, datos que confirman que la situación sigue empeorando. La tendencia tampoco es positiva en las áreas de salud de la provincia, donde ya solo quedan dos áreas libres de virus: el Valle de Losa y el Condado de Treviño. Atención Primaria ha atendido a casi 25.000 pacientes infectados, de los que 5.656 están en este momento activos.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)