Salvador de Foronda

Diez Mil Preguntas

Salvador de Foronda


Navegar en tiempos de crisis

23/06/2022

Decía Einstein: «En los momentos de crisis solo la imaginación es más importante que el conocimiento». ¿Su explicación? Es difícil de controlar lo que le va a suceder hoy, pero sí que puedo establecer las directrices de cómo he de reaccionar mañana. Son momentos de reflexión y de toma de decisiones sabiendo que el tiempo es como el viento, arrastra lo liviano y deja entre nosotros, lo que pesa, es decir la ilusión.

Y eso me lleva a pensar que los intelectuales no resuelven las crisis, más bien las crean. Por eso hay que salir a navegar, desde el ámbito empresarial no es complicado, es ilusionante, te quieres comer el mundo con las ideas. Sales con el mar en calma, momentos fáciles de coger el timón. Comienza la borrasca empresarial, la situación se va complicando, el miedo acecha, las ideas necesitan espacio y esto trae consigo un bloqueo de las personas. Son momentos de dar un paso al frente, y de erradicar el miedo y la incredulidad del grupo que navega contigo. Hay que pensar cómo salir de la tormenta denominada crisis para ello debe de pasar por el tamiz de la reflexión para encauzar un plan de acción y evitar la improvisación futura, el barco quedará dañado. No afrontar el futuro, no hacer frente a la realidad con serenidad, te puede trasladar a una liquidación de una empresa. 

Y eso nos debe de trasladar a generar confianza entre los diferentes actores de la empresa; entidades financieras, proveedores y administraciones públicas. Hay que arreglar el casco del barco, volver a navegar, desplegar velas con un plan de negocio sustentado en una reestructuración de la deuda que dé viabilidad al proyecto. Volvamos a trasmitir confianza a nuestros acreedores explicando, de un modo objetivo, que somos capaces de volver donde nos quedamos. Demostremos la viabilidad empresarial de nuestras ideas, que eran antes viables y lo vuelven a ser ahora.

No son momentos de atracar el barco en un cómodo puerto, es hora de navegar, de hacerse con el timón de nuevo y que el viento nos lleve a un rumbo marcado por nosotros, no busquen la costa, no busquen el concurso, naveguen. Construyan de nuevo un barco, con solidez y que tenga la fuerza de soportar más tormentas y embestidas de olas. Un barco no puede salir a navegar con un solo ancla ni la vida empresarial con una sola esperanza, eso dice mi amigo Javier cuando navega en Mallorca.