Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Galletas

14/06/2022

Todos sabemos lo que es una galleta. El Diccionario de la Lengua Española le atribuye 14 acepciones. La primera es la más conocida: «Pasta compuesta de harina, azúcar y a veces huevo, manteca o confituras diversas, que dividida en trozos pequeños y moldeados, se cuecen al horno». O sea, a lo que se dedica Siro desde hace años (esperemos que siga durante muchos más). Sin embargo, la 4ª acepción, muy popular también, dice que, coloquialmente, galleta equivale a «cachete, bofetada». Las dos acepciones citadas han estado de moda estos días en Castilla y León y a nivel nacional. Siro anunció que cerraba la planta de Venta de Baños; que, además, cesaba la actividad en las otras y que no podía pagar las nóminas de mayo a sus 1.700 trabajadores. Solo tras este apocalipsis reaccionó la Junta, que parecía no haberse enterado aun de las dimensiones del desastre. Mañueco se reunió con los alcaldes de las localidades afectadas y con los miembros de los comités de empresa; Carriedo habló de gestiones, contactos y pidió a empleados y empresa que se pusieran de acuerdo y el desaparecido consejero de Industria, Comercio y Empleo, continuó cazando «virus comunistas» mientras se hundía una de las firmas más conocidas y prestigiosas de esta tierra. Al parecer, la Junta no podía hacer más de lo que hacía; es decir, excusas, todas; avances, ninguno. Tan poco práctico era aquello que, el jueves por la tarde, los miembros de los comités de empresa se montaron en un microbús, fletado por la Delegación del Gobierno, se fueron a Madrid y, tras seis horas de reunión con la ministra de Industria, volvieron con un acuerdo refrendado el sábado en las fábricas de Toro y Venta de Baños. La propia ministra de Industria, Reyes Maroto, explicó a las asambleas de trabajadores la dura situación de Siro y el alcance del pacto. La aplaudieron y le agradecieron el detalle. ¿Y la Junta? Nunca más se supo. Lo que no fueron capaces de hacer presidente y varios consejeros lo hizo una ministra de Valladolid. El Gobierno de Castilla y León recibió la cuarta acepción de galleta. Y ni se ha quejado mucho.