Tras una Semana Santa que cumplió con creces las expectativas de los empresarios de hoteles, la siguiente cita pasaba por el puente de mayo, aunque no en todas las comunidades autónomas el festivo se trasladó al pasado lunes. A medida que pasaba el tiempo, el ritmo de entrada de reservas no terminaba de despegar, generando incertidumbre en el sector. Sin embargo, la tarde del pasado jueves los alojamientos, principalmente del centro, registraron un aluvión de entradas que arrojaron un balance final más satisfactorio del esperado.
Lo reconoce el propio presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos, Luis Mata, después de hacer una valoración entre los hoteleros y comprobar cómo esas llamadas de última hora fueron generalizadas. «Se produjeron cuando se conoció la previsión meteorológica», comenta, aunque el buen tiempo comenzó a empeorar el domingo por la noche.
Se han mejorado así las previsiones que el colectivo realizó a mediados de mayo, cuando tan solo había recibido un 30% de reservas. De esta forma y según Mata, la noche del viernes se llegó al 85%, la del sábado rozó el lleno (95%) y la del domingo, que a pesar de ser puente nunca se caracteriza por contar con excesivo tirón, se consiguió otro 85%. Bien es cierto que el presidente de la patronal apunta que estas cifras se han logrado debido al lanzamiento de ofertas durante las jornadas previas. «No hemos tenido un precio de puente», precisa, poniendo como ejemplo que el cliente podía elegir una habitación de un cuatro estrellas con una tarifa que oscilaba entre 75 y 95 euros. Esto significa, según señala, que «estamos hablando de un coste de entre el 15 y el 20% menos» que en otras fechas de similares características y de en torno al 45% «si lo comparamos con lo vivido durante la pasada Semana Santa».
Han sido los residentes nacionales los que han empujado el turismo, principalmente los ciudadanos procedentes de Madrid, principal comunidad emisora de viajeros y en la que el pasado lunes también fue festivo como en otras seis regiones, entre ellas Castilla y León pero no el País Vasco. Mata no solo apunta a este motivo para explicar la evolución del puente del 1 de mayo, sino que también hace referencia a un incremento notable del número de peregrinos, que permitió que, incluso, algunos hoteles se llenaran el domingo.
Esta evolución de la ocupación da esperanzas al sector, teniendo en cuenta que se prevé un buen mayo al menos durante los fines de semana, ya que el turismo de empresa, el que sustenta las reservas los días laborables continúa sin despegar. «De aquí a finales de mes prevemos alcanzar el 70% los viernes y llegar al 85% la noche del sábado», vaticina el presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos en función de las reservas que manejan a día de hoy los hoteleros.
San Isidro y eventos. Este pronóstico favorable se debe a varias circunstancias, según detalla Mata. Por un lado, a la celebración de eventos como bodas y comuniones, muchos de los cuales tuvieron de postergarse por la pandemia. Y, por otro, a la festividad de San Isidro en Madrid, que se traslada al lunes 16. Además, apunta a que, precisamente, ese fin de semana se celebra en la capital la Fiesta de las Flores, un aliciente más para el turista aunque aún no se puede medir con exactitud su impacto. Por último y aludiendo a esa recuperación del Camino de Santiago, asegura que «mayo se trata del mes por excelencia de los peregrinos».