Pediatría recurre a otras plantas por el alza de ingresos

G.G.U.
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Son infecciones por gripe y por el sincitial, que es la principal causa de bronquiolitis y solo esta semana obligaba a tratar a 21 niños. El jefe de servicio, Gregorio de la Mata, afirma que hace «muchos años» que no ingresaban tantos

Foto de archivo del área de prematuros, que tienen más riesgo de complicaciones con el virus sincitial. - Foto: Luis López Araico

Pediatría del HUBU trataba esta semana a 21 menores ingresados en planta a causa del virus respiratorio sincitial, un volumen tan alto que ha obligado al servicio a hospitalizar a algunos de sus pacientes sin infecciones de este tipo y edad más avanzada -rondando los 14 años- en plantas de adultos. El jefe de servicio, el pediatra Gregorio de la Mata, reconoce que hay que retroceder «muchos años» para recordar un momento de semejante incidencia de ingresos por este virus, que es un clásico del otoño y la principal causa de bronquiolitis. Al igual que los virus gripales, perdió protagonismo durante la pandemia, pero en esta recta final de 2022 parece que la situación se ha invertido, dado que solo por estos dos tipos de gérmenes había esta semana 40 enfermos en el HUBU: 23 niños (21 por el sincitial y dos por gripe) y 17 adultos (7 por el sincitial y diez por gripe).

El virus respiratorio sincitial suele circular, sobre todo, en el último trimestre del año y afecta a personas de todas las edades. Sin embargo, es habitual que se complique más en niños que en adultos. «En unos y en otros puede cursar de manera muy variable; causando desde un simple resfriado -con obstrucción y mucosidad nasal, así como con cierto dolor de garganta- hasta cuadros graves con dificultad respiratoria y, por tanto, necesidad de medidas de soporte ventilatorio que obligan al ingreso», explica De la Mata, matizando que «lógicamente, son más vulnerables a estas infecciones aquellas personas que ya tienen una patología de base o unas circunstancias en su aparato respiratorio que los hace más vulnerables».

Esto, en Pediatría, quiere decir que la probabilidad de ingreso por esta razón es más alta en lactantes de corta edad y prematuros, que nacieron cuando todavía no tenían el aparato respiratorio suficientemente desarrollado. «Son los más vulnerables y los que peor pasan la epidemia», remacha De la Mata, subrayando que son también quienes suelen necesitar «medidas de soporte para conseguir que no les afecte tanto; toda una gama que comprende desde la administración de un poco de oxígeno a través de cánulas nasales  hasta la ventilación no invasiva o la intubación endotraqueal y la respiración con aparatos».

Estos dos últimos supuestos son los de mayor gravedad, casos que requieren de atención en la UCI pediátrica hasta que el menor vuelva a ser capaz de respirar por sí mismo y, como apunta De la Mata, este otoño ha habido ocho pacientes pediátricos por esta causa. Enfermos que se suman a los tratados en planta. «El número de casos que tratamos y el número de casos que ingresan por estas infecciones respiratorias está siendo especialmente significativo este año; particularmente las debidas al virus sincitial aunque también se están encontrando otros», añade el pediatra.

mascarillas. Expertos en salud pública y epidemiología llevan semanas explicando que los dos años de uso generalizado de la mascarilla y de medidas preventivas frente a infecciones respiratorias facilitan que, ahora que ya no se adoptan esas medidas, haya más personas susceptibles de contagiarse de estos virus típicos del frío.

En el caso de los niños se añade el hecho de que frecuentan espacios en los que hay mucho contacto, como ocurre en las guarderías, por ejemplo. «Son lugares en los que se comparte todo y quienes llevan infección respiratoria, también la comparten», comenta el jefe de Pediatría en el HUBU, matizando que «pedir a los papás que traten de no llevarlos cuando tienen infección es poco menos que una utopía». Sin embargo, sí recomienda que «aunque ya no sea obligatorio el uso de mascarilla de forma habitual, ponernos una quirúrgica cuando tenemos infección respiratoria ayuda mucho a reducir la transmisión de gérmenes».