La subida de tipos impulsada por el Banco Central Europeo -y su homólogo en Estados Unidos- para contener la inflación que azota a todo el mundo está llevando al límite la economía de las familias burgalesas. Las alrededor de 32.000 que tienen en vigor una hipoteca variable y les toque revisar las cuotas mensuales tendrán que abonar un promedio de 3.600 euros más al año que en 2022.

«Las subidas importantes deleuríbor, que empezaron el curso pasado creemos que se prolongarán hasta por lo menos agosto o septiembre de este 2023», reconoce Antonio Luis Gallardo, responsable de Estudios de la Asociación Usuarios Financieros.

El ejemplo más claro está en el cálculo que tuvo que asumir un hipotecado en marzo de 2022 frente al actual: por aquel entonces el incremento para un préstamo tipo de 150.000 euros era de 11 euros al mes, mientras que ahora esa cantidad se dispara hasta superar los 300. «Es un aumento contundente y que pocas veces habíamos visto», recuerda.

La tendencia está provocando, tal y como destacan desde Asufin, un adelanto de operaciones de compraventa de viviendas. «La gente quizás estaba esperando a invertir su dinero en 2023, pero visto el panorama ha acelerado su idea para sortear la subida de tipos», explica Gallardo. Este hecho explica la bajada de adquisiciones de pisos, pero también deja entrever un nuevo aumento de cara a los próximos meses.

Antonio Luis Gallardo indica que se tiene que producir una bajada de precios «muy brusca y pronunciada» para compensar el alza de los intereses que sufre la economía mundial, lo que nos pondría a las puertas de una nueva crisis financiera como la que asoló los mercados en 2008. «Estamos muy alejados de esa realidad», sentencia el responsable de Estudios de la Asociación Usuarios Financieros (Asufin).