Era de esperar que una vez que la AP-1 dejara de ser de pago, gran parte del tráfico de la N-I se desplazara a la vía de alta capacidad. Solo hubo que esperar un mes para comprobar que la circulación en la carretera convencional caía un 70%, siendo la mayoría vehículos convencionales. No obstante, buena parte del transporte de mercancías también se apuntó a la autopista, aunque la Nacional todavía mantuvo camioneros fieles, concretamente 2.500 diarios de los 5.400 que lo hacían antes de levantar los peajes.

Esto supone que el tráfico pesado ha aumentado en la AP-1 en un 70% durante los últimos meses, pasando de los 3.800 vehículos al día a 7.000. El trasvase de camiones desde la N-I se hizo, en su mayor parte, durante los primeros meses desde la liberación, si bien se han ido sumando transportistas poco a poco hasta esta cifra de mediados de 2019. 

Esto convierte a la vieja autopista en el segundo tramo de carretera de la provincia con más transporte de vehículos pesados, solo por detrás del conocido como Nudo Landa, donde confluyen dos vías de alta capacidad y con gran tránsito de camiones como la A-1 y la A-62, y en donde circulan diariamente unos 10.000 camiones diarios. La Autovía de Castilla, que une Burgos con Palencia, Valladolid y Salamanca, es la tercera con más densidad con alrededor de 5.000 cada día.