Trapero: "La actitud de los votantes fue difícil de prever"

EFE
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El exmayor de los Mossos d´Esquadra ha asegurado que actuaron con "la mejor de las voluntades" y lamenta que la Guardia Civil no les avisara de que se día iban a practicar más de 40 actuaciones simultáneas

Trapero niega que se protegiera a los impulsores del procés - Foto: Pool

El mayor de los Mossos d'Esquadra José Luis Trapero ha admitido este lunes que la actitud de los ciudadanos que se encontraron los agentes en los colegios durante el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 fue "difícil de entender y de prever": "Ver cómo la gente defendía las urnas de esa manera era poco imaginable, se les iba la vida".

Según Trapero, "negarse de esa manera a la orden de la autoridad" y que "con un carácter tan general la gente desobedeciese" le sorprendió y los mandos de Mossos no se lo podían creer. "Ni nosotros ni nadie", ha apuntado en respuesta a las preguntas que le ha formulado el fiscal Miguel Ángel Carballo durante la primera sesión del juicio por rebelión en la Audiencia Nacional.

El mayor ha explicado que lo que esperaban encontrar el 1-O era una "resistencia pasiva" por parte de los ciudadanos y que en algunos focos --"cuarenta y pico" zonas de toda Cataluña-- podía haber determinados grupos que podían causar problemas de orden público, si bien ha dejado claro que esta no era la situación general que preveían los mandos de la policía autonómica.

Así, ha dicho que consideraron el envío de una pareja de mossos, como así se hizo, para "tener ojos en los 2.300 colegios" que podrían abrirse ese día y tratar de impedir la votación con su presencia, si bien ha subrayado que la policía autonómica no era la única que iba a actuar ese día, sino que era "parte de una coordinación conjunta de tres cuerpos".

De hecho, ha destacado que más de 200 colegios a los que fueron mossos cerraron en las primeras horas del 1-O y que se incautaron 434 urnas. "¿Y esto lo hicieron los binomios, en mangas de camisa y gorra de plato?", ha preguntado el fiscal con incredulidad, a lo que Trapero ha contestado admitiendo que le hubiera gustado que el "efecto" hubiese sido mayor.

 

Imágenes sacadas de contexto

Según el mayor, las órdenes dadas a los agentes de los Mossos no iban en ningún momento encaminadas a facilitar la votación y que se sintió ofendido cuando esto se puso en duda por el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, coordinador el dispositivo policial, en una de las reuniones preparatorias. Este fue el motivo, ha explicado, por el que ha reconocido que nunca tuvo buena relación con él.

Para argumentar que su intención no fue nunca permitir el referéndum, Trapero ha mencionado que a primera hora del 1-O vio en televisión a una pareja de agentes con la actitud contraria, por lo que dio órdenes de retirarles del colegio en el que estaban porque su comportamiento era "impresentable".

Dos días después del referéndum, ha añadido, instó a todos los jefes de región que informaran de cualquier actuación de este tipo de la que tuvieran conocimiento. "Hemos hecho en cada momento lo que hemos podido, y nunca para aparentar nada", ha dicho, para apuntar después que algunas actuaciones de mossos se han "sacado de contexto".

El fiscal ha querido saber las especificidades del plan de los Mossos para impedir el referéndum y ha recordado a Trapero que el fiscal superior de Cataluña los días previos, cuando él estaba al frente del operativo, le ordenó destinar más efectivos, ya que la consideraba que la primera propuesta era insuficiente. Así, el mayor ha contado que decidieron aumentar el número de agentes en unos 800, hasta los 7.850, con turnos de muchas horas que supusieron "el mayor esfuerzo" realizado por los Mossos hasta la fecha.

Ha aclarado que destinó efectivos a este operativo procedentes de otras competencias que no era n especificamente de orden público, como agentes de la policía científica, y que se anularon libranzas ya autorizadas, pero ha querido dejar claro que no podía dejar desatendidas otras áreas como las comisarías, por lo que no era preceptivo enviar a todo el cuerpo a los colegios.

 

Policía y Guardia Civil también tenían órdenes

Aunque ha admitido errores de planificación, Trapero ha descargado parte de la responsabilidad del dispositivo policial para el día del referéndum, teniendo en cuenta que Policía Nacional y Guardia Civil también estaban desplegados en Cataluña para cumplir la orden de impedirlo. También ha mencionado su participación el viernes anterior en el operativo para asegurarse de que en los colegios no se estaban realizando actividades preparatorias de la votación.

Según el exjefe de la policía autonómica, los mossos que acudieron a los centros dos días antes se encontraron con personas realizando "actividades lúdicas" y que los Mossos no entendieron que fuera una acción de preparación del referéndum. "Ahí esta la dificultad del caso. ¿Cómo diferenciamos esa actividad de la normal del centro, cuando otros fines de semana también se hacían? Entendimos, no voluntriamente de forma equivocada, que fueran preparatorias para el referéndum", ha explicado.

Como ya dijo en el juicio del Tribunal Supremo cuando declaró como testigo, Trapero ha subrayado que días previos a la votación avisó en dos reuniones a los entonces presidente catalán, Carles Puigdemont, el vicepresidente, Oriol Junqueras, y el consejero de Interior, Joaquim Forn, de que la convocatoria podía acarrear "problemas de orden público".

El fiscal ve una contradicción que hiciera esta advertencia si, según Trapero, esperaban una resistencia pasiva generalizada. El mayor lo ha justificado por los grupos violentos que ya conocían de otras concentraciones y que los Mossos preveían que también iban a estar presentes en los colegios.

Pero además, considera que había que tener en cuenta que el 1-O se iban a encontrar con "dos millones de personas" que se iban a oponer a la acción de "16.000 policías", por lo que "podía pasar cualquier cosa".

También ha querido dejar claro que en esas reuniones con Puigdemont, Junqueras y Forn les insistió en su "preocupación" por las declaraciones políticas que se estaban haciendo esos días llamando a votar y su intención de que "los Mossos no iban a permitir ninguna ilegalidad", porque además les había "costado mucho" mejorar la imagen de la policía autonómica.

 

Niega seguimientos 

Por otra parte, Trapero ha negado rotundamente que el mismo 1 de octubre los Mossos hicieran seguimientos a vehículos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. "En la vida los Mossos han hecho seguimiento a otros cuerpos", ha dicho.

Ante la insistencia del fiscal, ha explicado que una vez que se dieron cuentan de que el dispositivo de coordinación "no estaba funcionado", su 'número dos', Ferran López, ordenó que se informara sobre los colegios en los que ya estaban actuando guardias civiles y policías "para no ir allí, no para espiar" y ni mucho menos para "facilitar información" a Puigdemont sobre a qué colegio podría acudir a votar.