Retiran el amianto de Mifer como paso previo a su derribo

C.M.
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El interior de la antigua fábrica de la carretera de Arcos ya ha quedado libre de maquinaria y, una vez que concluya la actuación en el tejado, se demolerán los muros metálicos

Las labores de retirada del amianto de la antigua Mifer avanzan a buen ritmo y se confía en que puedan concluir a finales de este mes o principios de noviembre. - Foto: Jesús J. Matías

La antigua fábrica de Mifer que tantos quebraderos de cabeza ha dado al área de Licencias del Ayuntamiento de Burgos y a los vecinos de la carretera de Arcos será historia en unas semanas. La empresa contratada por los propietarios comenzó ayer a retirar el amianto del tejado, uno de los trabajos más complejos y el paso previo para el derribo del inmueble. 

Tres trabajadores especializados provistos de buzos y otras medidas de seguridad proceden al desmontaje de la enorme cubierta de uralita para su posterior traslado a un gestor autorizado. Las labores avanzan a buen ritmo y se confía en que puedan concluir a finales de este mes o principios de noviembre. Posteriormente, solo quedaría el desmontaje de la vigas de metal que sustentaban la vieja factoría y el terreno que ocupa quedará libre. 

Los vecinos del bloque situado junto al inmueble celebran que después de tantos años desaparezca la instalación y puedan renovar su fachada para mejorar la eficiencia energética. «Hasta ahora no hemos podido hacer las obras, dado que una de las fachadas era colindante a Mifer y, además, al no poder actuar sobre el cien por cien del edificio no podíamos acceder a las ayudas», indica uno de ellos. 

Un operario manipula la uralita que cubría la antigua fábrica de la carretera de Arcos.Un operario manipula la uralita que cubría la antigua fábrica de la carretera de Arcos. - Foto: Jesús J. Matías

En el Ayuntamiento también celebran que los dueños hayan entrado en razón. El área de Licencias llevaba más de una década intentando que los propietarios cerraran y vallaran la instalación para evitar que jóvenes y okupas entraran en el interior causando daños y en algunas ocasiones hasta incendios. En febrero de este año se les empezaron a enviar multas de 30.000 euros por un periodo de diez meses hasta abonar los 300.000 euros que cuesta la consolidación del edificio y evitar accidentes, pero reaccionaron y presentaron un proyecto de demolición. 

Este suelo formaba parte de las 21 áreas de transformación urbana que contemplaba el anterior PGOU con el objetivo de propiciar la salida de industrias del caso urbano empujadas por la presión urbanística y el valor de los solares que ocupaban, que permitieron a sus dueños costear los traslados (Cooperativa Avícola, Coprasa, Almacenes Cámara...). En el caso de la antigua fábrica Mifer, los dueños no llevaron a cabo la tramitación urbanística que le permitía la construcción de 40 viviendas y solo cerraron las instalaciones.

Ahora ,con el derribo, será más fácil poner en el mercado este terreno sin que la constructora que lo adquiera tenga que pagar el elevado coste que supone la demolición precisamente por tener amianto.

Lejías El Cid. Por otro lado, el área de Licencias ya tiene sobre la mesa el coste que supondrá derribar uno de los tres edificios que conforman la antigua fábrica de lejías El Cid, en la calle Los Colonia, por su estado de ruina. Son 30.850 euros, incluido el proyecto y la dirección de obra. El trabajo lo realizará el Ayuntamiento de manera subsidiaria y el coste se lo repercutirá a los propietarios.