Imposible se antojaba hacer quinielas sobre quiénes serían las ganadoras en una sala repleta de mujeres con narices. Algún hombre había, también con nariz, está por ver si con narices. El Festival Mujeres con Narices, que ha irrumpido en su sexta edición con nuevos bríos, buscaba a niñas, jóvenes, señoras y abuelas anónimas, entre comillas, que se merecieran el aplauso de la sociedad por su dedicación a hacer más bonito el día a día de los demás, su valentía o lo que fuera. Y, sin redoble de tambores, pero sí con color, amor, sorpresa y sentidas confesiones, se entregaron los galardones ayer en la Sala Capitular del Monasterio de San Juan, con las actuaciones de Las Pituister, H3B Danza y las cantantes Rebeca Rodríguez e Irene Laserma.
El momentazo, como suele pasar, se vivió casi al final. Ozú, ozú. Cuando Chus Gutiérrez y Violeta Ollauri, maestras de ceremonias, dijeron que la ganadora de la categoría de 60 en adelante cumplía justo ayer ¡98 años! no hubo duda. La edad la delató, aunque ya quisieran muchas estar como Carmen Reyes Prada. 'Niña, yo, siempre 20 años', esa es la frase favorita de esta sevillana que aterrizó en Burgos a los 27 y aún conserva algo de acento, como desveló con guasa su nieta Carolina, que la había nominado y la acompañó mientras recibía el mayor aplauso de la tarde y entonaban para ella el cumpleaños feliz a lo Marilyn Monroe.
A otras tres mujeres con narices iluminaron los focos. La varita tocó a Carmen Rodríguez Pérez, una niña de 12 años, participante en el concurso de monólogos celebrado durante este encuentro, en el tramo de 8 a 12 años. Muy emocionada lo recogió Paula Hernando Cuevas, de 17 años, que en esas se vio gracias a Fátima, una profesora que tuvo en Primaria y quiso destacar su esfuerzo y lucha por conseguir lo que se propone. Y 51 años cuenta Mavi Gutiérrez Iglesias, distinguida en el tramo de 18 a 59 primaveras, que subió al escenario limpiándose las lágrimas. Monologuista en ciernes, por goleada levantó la estatuilla. Toda una campaña hizo su círculo más cercano convencido de que esta mujer comprometida que le echa un carro de narices a la vida merecía brillar como nunca.
El azar, finalmente, puso nombre y apellidos a estos reconocimientos, con bases de La Rueda. Todas recibieron una lámina de Julia Vicario, alumna de Berbiquí, un retrato de Valerita Wonderland, libros de Edelvives, obsequios de Balnea, la Unipec y San Miguel (el año de cerveza para las mayores de edad fue muy aplaudido), flores de Coquelicot...
Antes de que se conociera el nombre de estas Mujeres con Narices, se entregaron los cheques de 300 euros de Me parto el Pepe, el exitoso, en participación y público, concurso de monólogos del ciclo. El mejor texto fue el de Raquel López Tamames, la interpretación la bordó Carolina Grijalvo y Ángela Varela resultó la mejor del ámbito universitario. Y todas con su nariz roja se emplazaron al próximo año.