Solo hay que echar un vistazo a las estadísticas sobre separaciones y divorcios para dar credibilidad a la teoría que dice que la convivencia mata a la pareja. El final de los periodos vacacionales suele ser el inicio de un proceso de ruptura y un confinamiento de casi tres meses también. En las últimas semanas los abogados especializados en asuntos de familia ya han comenzado a descolgar sus teléfonos para atender consultas de este tipo y se avecina un pequeño repunte en los próximos meses. El colapso en un juzgado tan mermado como el de Burgos puede ser inevitable teniendo en cuenta que también han crecido las preguntas sobre la recuperación del tiempo perdido en los regímenes de visitas o la revisión de las pensiones a los hijos por las consecuencias de la crisis. 

«No hemos llegado al nivel de trabajo anterior al decreto del estado de alarma, pero ya hemos recibido consultas sobre los pasos que se deben dar para iniciar un procedimiento de divorcio», reconoce el abogado Pablo Monsalve. «Lógicamente, en una convivencia de 24 horas al día, cuando  la relación ya estaba mal antes de la llegada del coronavirus, lo normal es que la pareja se termine de estropear. Es posible que se note más ahora que al final de los periodos vacacionales», explica. 

Jimena Barriuso también ha notado más llamadas de personas nuevas en las últimas semanas, pero no se atreve a prever un aumento de los procedimientos de divorcio en los próximos meses. «Todavía hay mucha cautela porque apenas estamos iniciando la desescalada. Además, hay mucha gente que aún está en ERTE y no pueden comenzar un proceso de este tipo. Puede haber un repunte, pero no sé si nos va a desbordar», puntualiza. 

El Real Decreto aprobado hace dos semanas en el Congreso de los Diputados para agilizar la justicia contempla la urgencia de revisar las medidas sobre las cargas matrimoniales y pensiones entre cónyuges e hijos, toda vez que la situación económica de muchas personas ha cambiado en los últimos dos meses y medio. Unas medidas que han suscitado muchas dudas entre los afectados. «No aclara si la decisión que tome el juez será de carácter permanente o lo va a limitar a que se acabe la situación de ERTE. Por otro lado, no tiene efecto retroactivo, así que en muchos casos los progenitores no van a recuperar un dinero que ya han pagado de más ni le va a rebajar la pensión porque es posible que ya hayan recuperado su empleo», advierte Monsalve. 

El decreto también contempla la recuperación del tiempo perdido en la suspensión de los regímenes de visitas durante la cuarentena, otra de las cuestiones, señala Barriuso, que ha motivado muchas de las consultas que ha recibido: «Estamos estudiando cómo iniciaremos los trámites».