Así como Policía Nacional y la Policía Local de Burgos disponen desde hace años un chaleco antibalas por efectivo, en la Guardia Civil sus agentes han de compartir prendas de protección con los compañeros de otros turnos si quieren hacer uso de las mismas. Y todo ello en plena era de la covid-19, cuando hay que extremar las medidas de higiene para evitar contagios en el Cuerpo, según advierte el PP en una petición al Gobierno para que surta a la Comandancia de todos los chalecos que faltan.

Los números no engañan. En estos momentos las unidades y los puestos de Burgos cuentan con un total de 354 chalecos antibalas para una plantilla de 810 agentes activos, si bien el catálogo establece que debería haber 956 puestos cubiertos. Por tanto, este material de protección solo está disponible para un 43% de los efectivos de la Comandancia, «cuando lo exigible es que los chalecos sean de uso individual y no compartido».

Hay destacamentos, como la Agrupación de Tráfico, que «carecen de chalecos unipersonales», según denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), de tal manera que hay ocasiones determinadas en que no pueden hacer uso de ellos. ¿Cuándo? Estas fuentes explican que en las jornadas reservadas para sesión de tiro, en las que el uso de este material de protección «es obligatorio», la unidad «se queda sin chalecos y si algún agente quiere patrullar con ellos es imposible, no están a su disposición».

El 'sindicato' mayoritario exige que se surta de suficientes chalecos a toda la plantilla en Burgos,  mientras que el PP estima que «los agentes de una institución que es la más valorada por el conjunto de la sociedad han de trabajar en unas condiciones dignas». Y para «asegurar la presencia de la Guardia Civil en todo el territorio provincial, especialmente en el medio rural», el Gobierno ha de velar por que cumplan su función «con los mejores y más modernos recursos materiales».