Rioseco en su esplendor

A.C.
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Las gafas de realidad virtual permitirán a los visitantes del monasterio retroceder al siglo XIV

La historiadora Esther López Sobrado con las gafas de realidad virtual en la iglesia del monasterio de Santa María de Rioseco. - Foto: A.C.

El monasterio de Santa María de Rioseco siempre sorprende por muchas veces que se visite. Las continuas obras de restauración que se han realizado en el cenobio cisterciense desde hace una década o la labor que cada verano se desarrolla durante la semana del voluntariado, descubriendo nuevos rincones y nuevos espacios antes devorados por el escombro o la vegetación, invitan siempre a regresar y a volver a asombrarse con este lugar. Pero a partir del sábado habrá un motivo más, ya que también se podrá retroceder a su pasado de esplendor, a la iglesia medieval y sobria del siglo XIV, a la barroca del siglo XVIII y al claustro hacia 1650. Será gracias a las gafas de realidad virtual que estrenarán quienes se acerquen a Rioseco a partir de las 12 de la mañana hasta la hora de comer y, en adelante, estarán a disposición de sus visitantes, siempre que estén allí los guías voluntarios.

La historiadora y vicepresidenta de la Fundación Monasterio Santa María de Rioseco, Esther López Sobrado, ha sido la asesora en historia y arte que ha guiado a David Sastre para crear las recreaciones en 3D. Está muy contenta con el resultado que considera «muy interesante porque se va conseguir que alguien que no tenga ni idea de la historia del monasterio pueda verlo en pleno esplendor». Pero también flotar en una atmósfera única y ver el monasterio desde muchos ángulos.

Las gafas se iban a estrenar en noviembre con motivo del Fair Saturday -revulsivo cultural del Black Friday- pero la climatología lo impidió y será el sábado cuando se realice el estreno tanto del audiovisual con una visión de 360 grados como de las gafas. La mañana servirá a los voluntarios «de banco de pruebas» para organizar el uso de las siete gafas en 3D disponibles, una cantidad que en jornadas tan intensas como las de Semana Santa prefirieron no poner todavía a disposición del público. En mayo lo estarán para los grupos de, al menos, 10 personas, que concierten visitas guiadas y en junio ya estarán disponibles todos los fines de semana. A partir del 1 de julio y hasta mediados de septiembre, el monasterio abrirá sus puertas con guías todos los días y de nuevo se podrán disfrutar estas gafas, siempre a cambio de un donativo de 2 euros que, como todo el dinero que recibe la fundación, se destinará a la restauración del monasterio.

Imágenes y sonidos. Las gafas en 3D ofrecen, no solo imágenes, sino también sonidos evocadores del claustro «de radical clasicismo» que diseñó el cántabro Juan de Naveda y se acabó de construir en 1637. Se escuchan el rumor del agua de la fuente que presidía el centro del jardín del claustro o las campanas que desaparecieron de la espadaña víctimas del expolio. Dentro de la iglesia, ahora despojada de casi toda su policromía y sus retablos, se podrá volver al momento en el que todos los falsos sillares de las paredes se pintaban de rojo para imitar la forma de la piedra y los nervios de las bóvedas y las claves se decoraban con dragones rojos de fauces abiertas. Entonces y obedeciendo al Plan Bernardino, el templo conservaba la cabecera recta -sin retablos- y las ventanas ojivales, ahora cegadas.

La realidad virtual saltará al barroco siglo XVIII, cuando el monasterio vivía uno de sus mejores momentos económicos y llenaba su iglesia de retablos policromados, además de contar con órgano y púlpito. No falta la sillería del coro de los monjes, antes ocupado por el de los conversos, en este trabajo en 3D, que ha sufragado la Consejería de Cultura y Turismo con 15.680 euros y ha realizado Xperiencia Virtual.

Quienes acudan al monasterio en días que no hay guías se podrán descargar el video de 360 grados mediante un código QR, situado en uno de los paneles de la entrada. Los grupos interesados en concertar visita guiada pueden hacerlo en el 681 682 680 y monasterio@monasterioderioseco.com.