Un billete por méritos propios

O.C.
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El estudiante mirandés Iker Veiga logra una beca de la fundación Max Mazin para estudiar su carrera universitaria en EEUU

Iker Veiga en la puerta del IES Montes Obarenes, donde estudia. - Foto: O.C.

Dar el paso a la universidad siempre tiene sus dificultades. Saber dónde ir o qué estudiar suelen ser las dudas habituales, aunque Iker Veiga ya no está muy preocupado porque tiene estas incógnitas prácticamente resueltas. El próximo  curso se irá a Estados Unidos a la Universidad de Columbia, gracias a una beca de la fundación Max Mazim que financiará su carrera, aunque tendrá que renovarla año a año con un buen rendimiento académico. El estudiante del IES Montes Obarenes participó en el programa Aditus «con el que nos preparamos para los exámenes y todo el proceso personal de entrevistas y ensayos que hay que redactar». En el proceso participaron 18 estudiantes, de los que seleccionaron a Veiga y otra joven de Madrid.

Al margen del expediente académico y de pasar todos los cortes, la fundación también valora la implicación de los alumnos en aspectos sociales. En este sentido, Veiga reconoce que a su favor jugó que formó junto a otros amigos el sindicato de estudiantes del Montes Obarenes «y organizamos una huelga para concienciar por el cambio climático y eso muestra iniciativa».

Por el momento no sabe qué estudiará porque «en Estados Unidos tienes dos años con asignaturas comunes y en el tercero escoges la carrera», aclara el estudiantes mirandés, que reconoce que «estoy entre Historia del Arte, Filosofía o Ciencias Políticas». 

El sistema estadounidense no pilla a Veiga de sorpresa «porque el curso pasado ya estuve en Estados Unidos gracias a una beca de la fundación Amancio Ortega». La experiencia sufrió un recorte por el coronavirus, porque tras el primer semestre tuvieron que volver, pero sí que le sirvió entre otras cosas para mejorar su inglés. En el día a día comprobó las diferencias que hay entre ambos sistemas, y destaca que «allí el nivel es más bajo», pero prima más el «desarrollo personal y el compromiso social».

Mientras tanto, esta semana termina sus exámenes finales de Bachillerato, aunque reconoce que «la EBAU la voy a hacer por si acaso pero tampoco con mucha presión», afirma Veiga. De hecho, en lo que más piensa es en coger su maleta en agosto para arrancar su formación universitaria. Más allá de este punto «me lo tomo como nada decisivo porque irme a Columbia no significa que tenga la vida hecha, solo voy a aprender», concluye.