Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


Castilla Rebelde

27/01/2021

Pues resulta que el otro día, por la tarde, en un programa de esos que dicen que son magazines informativos, y que duran horas y horas, y en el que lo mismo te dan consejos para ahorrar electricidad que te cuentan con pelos y señales el crimen más espantoso, veo a un señor, muy serio, con aspecto circunspecto y expresión grave, decir: «Es que con lo de adelantar el toque de queda a las ocho, Castilla y León está poco menos que cometiendo un delito de rebelión». Que, a lo mejor, pese al entrecomillado, no lo dijo tal cual, pero el espíritu de su sentencia fue exactamente ese. Lo dijo un tertuliano, un contertulio, un lo que sea. A ese señor lo veo algunas tardes, sobre todo desde que la rebeldía de la Junta me obliga a estar en casa a horas en las que yo ya lo estaba antes porque me apetecía y porque tengo una vida social exigua, y siempre tiene una opinión para cada ocasión, sea del tema que sea, lo sabe todo. Todo.
Y ojo, que no voy a ser yo el que le tire una piedra a nadie por aprovechar que le dejan decir algo sobre lo que sea por razones más que obvias. Así pues, esto que escribo no va a ir ni de contertulios sabelotodo ni de columnistas de provincias gafotas, no. Tampoco va a ir de valorar lo de si irse más pronto o más tarde a casa tiene sentido o no, que de eso ya hablará el tribunal competente cuando toque, aunque yo ya sé lo que pienso, pero no me tiren de la lengua. Así pues, les diré qué es lo que me llamó la atención de aquel tipo que tan categóricamente afirmó lo que afirmó: un sujeto al que jamás había escuchado hablar de nuestra región agitó en la misma frase la idea de Castilla y León y el temor a una rebelión y se quedó tan fresco.
A ver, que yo ya sé que vivimos pandémicos tiempos de ira y fuego, pero seamos serios. Castilla y León es una comunidad durmiente que, mientras las demás gritan, mira intrigada de un lado a otro y después bosteza. Castilla y León y los castellanos y leoneses sólo se enfadan cuando toca, así que, a lo mejor, no es este el mejor momento para decir según qué chorradas. Castilla no es rebelde, sólo, si acaso, tiene al volante a alguien que no hace mucho caso a las señales. O, quién sabe, a lo mejor se lo hace demasiado, si miramos las cifras de los últimos días.