El aparcamiento de la estación Rosa Manzano ya no es un erial

L.M. / Burgos
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La llegada del AVE en julio y los posteriores descuentos estatales para viajeros recurrentes han provocado que el párking de la estación se llene de coches día sí y día también

Han tenido que pasar casi 15 años para que el aparcamiento de la estación de tren de Burgos Rosa Manzano presente un aspecto tan positivo como el que tiene desde hace semanas. - Foto: Alberto Rodrigo

Durante años el aparcamiento público de la estación de tren Rosa Manzano fue un auténtico erial. El escaso interés que la mayoría de burgaleses hacían al ferrocarril, unido a la lejanía de la terminal, provocaban que fueran muy pocos los coches que estacionaban en el complejo pese a ser gratuito.

Casi 15 años después de entrar en funcionamiento, el aspecto que presenta hoy en día el complejo es radicalmente opuesto al de sus comienzos. La llegada del AVE el pasado mes de julio conllevó la entrada en servicio de nuevas frecuencias hasta Valladolid y Madrid.

Los descuentos por parte del Gobierno de España para usuarios recurrentes que se han puesto en marcha, y que rebajan de forma considerable el precio del asiento, han terminado de subir al tren a muchos burgaleses.

De este modo, la presencia de coches en el parking de la terminal se ha multiplicado. «Desde Navidades hemos notado que cuesta mucho más aparcar», reconoce Rosa Martínez, viajera habitual entre Burgos y Madrid. Aunque hay varios servicios de autobús urbano que hacen parada frente a la estación, la mayoría de pasajeros sigue empleando el vehículo privado para acercarse hasta la terminal. David y Jorge, dos trabajadores de una compañía de servicios de la capital castellana, tuvieron una jornada de capacitación en Valladolid esta semana. «Nos costó encontrar sitio. Tuvimos que dejar el coche casi al final del todo», aseguran. Y es que aparcar el vehículo en las plazas más próximas al inmueble es prácticamente imposible.

Sin más opción. Al otro extremo del edificio se proyectó -y ejecutó- un pequeño parking pero reservado para personal autorizado, tal como maquinistas, empleados de seguridad de Rosa Manzano, del propio Adif o de Renfe.

De seguir el aumento de usuarios que eligen el tren para desplazarse -tanto de forma habitual como ocasionalmente- las administraciones públicas tendrán que abordar una posible solución para acoger a todos los burgaleses que optan por el tren. Hace años se llegó a plantear el cobro por su uso, coincidiendo con la posible llegada del AVE. Corría 2015 y la clase política se las prometía muy felices...