Condicionado por la crisis del coronavirus y con sus máximos dirigentes en Argentina, el Burgos Club de Fútbol ha acelerado las gestiones de algunos temas claves para la próxima temporada. El primero de ellos es resolver el conflicto que se ha generado con José María Salmerón, cuya continuidad en el club es cada vez más lejana. Además, los responsables están preparando la nueva campaña de socios, pero la incertidumbre sobre la próxima campaña la tiene paralizada y no será hasta mediados de mes cuando se conozca. Además, el posible fichaje del portero argentino Marcelo Barovero da el pistoletazo de salida a la formación de la nueva plantilla.
La familia Caselli quiere dejar resuelto el tema de José María Salmerón esta misma semana. Su continuidad es prácticamente imposible y el director deportivo, Michu, ya maneja otras opciones, sobre todo la de Julián Calero. Sin embargo, es solo una opción, sin más recorrido hasta que se cierre el caso Salmerón.
Michu, además, está gestionando la nueva estructura de toda la cantera tras el acuerdo con el Promesas y su primer objetivo será cerrar la contratación del nuevo entrenador. Pechu es el elegido y esta misma semana podría hacerse oficial. A partir de ahí habrá que elegir al nuevo entrenador del Burgos en División de Honor Juvenil.
En cuanto a los fichajes, parece que el portero argentino Marcelo Barovero será el primero en llegar. Parece más una decisión de Antonio Caselli que de Michu. Por contra, el director deportivo sigue negociando las renovaciones de Galder Cerrajería y Miki Muñoz y también ha avanzado las conversaciones con otros dos futbolistas. Por otro lado, debe arreglar el tema de las salidas, con varios futbolistas con contrato en vigor y que no cuentan para el próximo proyecto del Burgos Club de Fútbol.