El elevado precio de la zona azul en Miranda provocó que el Ayuntamiento decidiera hace ya más de un año que iba a eliminar el servicio. Sin embargo, durante el presente ejercicio dio marcha atrás y confirmó que la ORA continuaría en las calles de la ciudad. Ahora bien, la principal condición que se autoimpusieron para redactar el nuevo pliego se centraba en conseguir un abaratamiento del coste para los conductores. En la actualidad, el trabajo para dar forma al contrato todavía se está desarrollando, pero el concejal de Seguridad Ciudadana, PabloGómez, ya adelanta que su intención es que la disminución del valor de cada tique «no repercuta en el aumento de las plazas».
El edil del PSOE reconoce que «es un expediente de contratación y no podemos avanzar nada, pero muy probablemente la otorgación se realizará en el año 2023». Es más, asegura que «de eso no tengo ni una duda». En este sentido, la administración municipal tiene como fecha máxima para adjudicarlo el mes de agosto del próximo curso. Ahora bien, el propio Gómez recalca que «no nos gusta ir al límite del plazo, a mí particularmente no». Con todo, explica que «no puedo decir una fecha exacta, ni siquiera un mes concreto porque lo desconozco», aunque al mismo tiempo insiste en que ya «estamos a mediados de noviembre, por tanto, teniendo en cuenta que la prórroga nos lo permite, será en 2023».
En cualquier caso, si el precio finalmente disminuye como pretende el Ayuntamiento y el número de plazas de zona azul no aumenta, los ingresos derivados de este servicio, necesariamente, bajarán. Precisamente, este hecho refleja que, en principio, la intención de la administración municipal no pasa por aumentar sus ingresos, sino que, como dice Gómez, su objetivo «es un tema de movilidad». Así, recalca que no tiene «un afán recaudatorio».
De hecho, el edil socialista recuerda que «aquellas personas que se acercaron al Ayuntamiento para dar su opinión, como los comerciantes, ninguna tenía un afán recaudatorio, y el Ayuntamiento tampoco». Con ello, Gómez hace referencia a la petición firmada por decenas de pequeños establecimientos, sobre todo alojados en el centro de la ciudad, para mantener este servicio.Según defendían desde el sector de la hostelería y desde los negocios mirandeses, la ORAfacilita que las personas de fuera encuentren un aparcamiento y eso fomenta el consumo y dinamiza la economía de la localidad.
Precisamente, a esa demanda se unieron algunos grupos de la oposición. Entre ellos, el PartidoPopular. No obstante, la principal formación de la oposición en Miranda insistía, hace ya algún tiempo, en que la zona azul no podía alzarse como«un atraco a mano armada». En este sentido, el equipo de Gobierno acumula meses reconociendo que su coste es desmesurado. De hecho, Gómez vuelve a afirmar ahora que «el espíritu con el que se está modificando es disminuir el precio, porque es una de las más caras de Castilla y León y creo que de la provincia de Burgos la más cara».
Así las cosas, antes de agosto, o durante ese mes de 2023, Miranda tendrá un nuevo pliego sobre las condiciones en las que se desarrollará el aparcamiento en zonas reguladas. Eso sí, hasta que se concreten esos términos y resulten efectivos, los ciudadanos deberán seguir abonando importantes cantidades de dinero. Ahora bien, al menos los trabajadores del servicio han podido respirar aliviados al conocer que sus puestos, a priori, seguirán garantizados durante un tiempo.