La localidad ribereña de Milagros va camino de convertirse en el epicentro de la generación de gas verde en la comarca. Hasta tres empresas han manifestado a su Ayuntamiento el interés por asentarse allí. A la que lleva el proyecto más avanzado, que supondría la creación de 16 puestos de trabajo, se han unido en los últimos meses otras dos iniciativas que, sumando ambas plantillas, podría generar otros 25 empleos. Esta es la estimación del alcalde milagreño, Pedro Miguel, conocedor de que los proyectos de estas tres plantas de biocompostaje son muy similares.

La ubicación de estos generadores de gas verde difieren en la zona donde se pretenden instalar. Dos de ellos optan por fincas rústicas de propiedad privada. «Aquí las tierras las gestiona la cooperativa del campo, aunque sean de sus propietarios, y eso puede ayudar a la hora de servir de enlace a la hora de las gestiones de compra venta, pero poner de acuerdo a todos los propietarios puede tener sus peros», apunta el primer edil milagreño. 

El otro proyecto podría ir más avanzado, pero los plazos administrativos están ampliando más los márgenes de lo que los promotores estimaban. La parcela por la que optan es de propiedad municipal y está ubicada en el polígono industrial Alto Milagros, con 18.500 metros cuadrados de extensión. La titularidad del Ayuntamiento obliga a seguir un proceso público para su venta. «Pedimos informes a la Diputación de Burgos para saber cómo hacerlo y, aunque el informe está firmado el 4 de mayo, nos acaba de llegar la comunicación», relata Pedro Miguel aludiendo a las pautas legales que se tienen que contemplar. «Podemos enajenar la parcela pero lo tenemos que hacer por concurso público, en el que tenemos que marcar unas bases y podremos incluir condiciones para que el terreno sea para implantar una planta de gas verde», apunta el alcalde. Un proceso administrativo que podría dilatarse varios meses antes de seguir con en el proyecto.

El hecho de que ya sean tres las firmas interesadas en implantar un biodigestor en terreno milagreño no es algo que haya sorprendido al Ayuntamiento. «Se da la circunstancia de que por aquí pasa una línea general, en la que podrían evacuar todo el que produjesen cuando estén en marcha, reduciendo el coste de la instalación que tendrían que hacer si se colocasen en otro lugar, más alejado de esa línea», explica el alcalde.

Otro de los proyectos corresponde a una empresa que ya está implantada en esta localidad ribereña, Energyworks, que tiene una planta de tratamiento de purines. Según avanza Miguel, su intención serían realizar una adaptación de sus instalaciones, con una inversión que podría rondar los 20 millones de euros, para poder alimentar la generación de energía renovable también con restos de poda. «Tendría unos diez empleos, más o menos, además de otra media docena de personas para trasladar la materia prima», estima Miguel en base a su conocimiento del proyecto. Menos detalles ofrece de la tercera planta de gas verde en ciernes, aunque remarca que tendrá un número similar de puestos de trabajo.

El alcalde de Milagros reconoce que la implantación de este tipo de empresas de energías renovables es algo que se ve con buenos ojos en el Ayuntamiento, máxime cuando podrán conseguir ocupar la parcela hasta ahora municipal en el polígono industrial del municipio. El gas verde es una fuente de energía renovable que se obtiene de la mezcla de restos de poda, viñedo o arbolado, así como residuos ganaderos, que después se transforman en electricidad y contribuyen a la ansiada neutralidad carbónica. Su potenciación se considera una actividad clave para reforzar la economía circular y para fijar población en el medio rural, algo recogido en la 'Hoja de Ruta del Biogás' planteada por el Ministerio de Transición Energética.