Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Dos mujeres con principios

05/05/2022

Margarita Robles es ministra de Defensa, cargo ahora en cuestión porque, mujer de principios y con sentido de Estado, se enfrenta a la mayoría de sus compañeros de gobierno, entre los que escasean los que cuentan con esas cualidades. Paz Esteban es directora del CNI, donde lleva cuarenta años defendiendo a España desde la trastienda, donde trabajan hombres y mujeres con vocación de servir a su país sin esperar medallas, sin que nadie reconozca sus méritos más allá de sus compañeros. Y eso que se juegan la vida por defender a España de quienes intentan dañarla y desprestigiarla. Sí, se juegan la vida. No como ciertos políticos sin más actividad que el insulto a los auténticos patriotas.

Margarita Robles, en sesión parlamentaria, ha defendido con argumentos sólidos a la directora del CNI. Porque la conoce bien, porque sabe cómo trabaja… y porque Paz Esteban no puede explicar públicamente los aspectos más delicados de su trabajo, para preservar la seguridad nacional. Robles ha sido contundente en el tono, el fondo y la forma: "No voy a aceptar ni como ciudadana demócrata, ni como jurista, ni como ministra, que con frivolidad se hagan imputaciones a un CNI que no puede defenderse". Importantes declaraciones cuando forma parte de un gobierno en el que no se ha escuchado ni una sola voz poniendo en valor al CNI; al contrario, la propia portavoz ha dado a entender que el futuro de Paz Esteban está en cuestión. Le quieren adjudicar el papel de chivo expiatorio, cuando son otros los que tendrían que ser enviados a galeras.

Todo esto sin un solo dato que demuestre que la directora ha actuado con negligencia o irresponsabilidad. Todo lo contrario. Cuanto más se sabe, más certezas existen sobre el hecho de que los fallos corresponden a los responsables de seguridad de los distintos ministerios. Empezando por Félix Bolaños, secretario general de la Presidencia cuando se detectaron las intromisiones de Pegasus en los teléfonos del presidente y de la ministra de Defensa, y nadie desde su departamento, como correspondía, movió un dedo para realizar controles periódicos en los móviles de los altos cargos. En cuanto a los miembros de Podemos que se sientan en la Mesa del Consejo, mejor ni mencionarlos. Parecen trabajar para el enemigo.

El caso Pegasus se les ha ido de las manos y ha llegado al disparate. El ministro de la Presidencia, sin que se le mueva una pestaña, ha culpabilizado de todo Núñez Feijóo, al que ha acusado de no tener sentido de Estado. Feijóo, que lleva tres semanas al frente del PP nacional. Feijóo, que en trece años de gobierno en Galicia ha demostrado más sentido de Estado, y sobre todo sentido común, y respeto a su país, que todos los miembros juntos del gobierno de Pedro Sánchez.

Un gobierno en el que, al menos, hay una ministra que tiene principios, aunque por ellos está poniendo en riesgo su carrera política.