Cataluña exhibe más de 100 obras románicas y góticas de Burgos

R. PÉREZ BARREDO
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La región podría sumarse con argumentos a la corriente de reclamación de obras de arte en la diáspora que lleva meses registrándose en distintos países de Europa. Y no solo hay ejemplos en el extranjero...

Grifo con cuerpo de león y torso de águila. Siglo XIII San Pedro de Arlanza. - Foto: MARTA MERIDA ROJAS

La corriente de reclamaciones de arte se halla en un momento álgido, de Atenas a Londres, de París a Senegal, de Ámsterdam a Paramaribo. El patrimonio en la diáspora es ingente, y por esa espita abierta pueden producirse más peticiones. Castilla y León tiene muchísimas obras en el exilio, que no sólo es exterior, sino también interior: hay dos museos en Cataluña que atesoran una cantidad de obras procedentes de esta tierra que sorprendería a más de uno. Recientemente, el hoy consejero de Cultura de la Junta, GonzaloSantonja, admitía que tarde o temprano habría que abordar el asunto; eso sí, con argumentos y justificaciones, porque no hay que olvidar que muchas piezas que salieron de esta paramera de olvido se vendieron legalmente, por más que ahora duela o dé rabia.

Lo cierto es que tanto el Museo Nacional de Arte de Cataluña como el Museo Marès, ambos ubicados en Barcelona, exhiben una impresionante colección de obras del arte románico y gótico castellano. Y Burgos, claro, es el origen de muchas de ellas. Nada menos que en torno a un centenar. Obras ya no sólo de incalculable valor, sino relacionadas con algunos de los hitos históricos y artísticos.En el Museo de Nacional de Arte de Cataluña, por ejemplo, se encuentran seis fragmentos procedentes de la sala de Torre del Tesoro de San Pedro de Arlanza, cuna de Castilla; se trata de representaciones zoomórficas inspiradas en el Bestiario. Son obras del siglo XIII. 

Hay otro conjunto impresionante, y menos conocido, que se exhibe en esta pinacotaca. Se trata de ocho fabulosos paneles procedentes de la decoración de la tumba del caballero Sancho Sánchez Carrillo de la ermita de San Andrés de Mahamud.Es temple sobre pergamino aplicado a un soporte de madera, y están datados también en el siglo XIII. El conjunto pictórico está formado por cuatro tablas con plañideros, dos con escudo, una con escenas de la Virgen (Anunciación, Natividad, Dormición y Coronación) y otra con escenas de la Crucifixión y Cristo rodeado de los símbolos de los cuatro evangelistas. Los plañideros, vestidos con el característico vestido de duelo a rallas, lloran desaforadamente, se arrancan los pelos y hasta se arañan el rostro hasta sangrar para demostrar su dolor.

El Marès. La colección 'burgalesa' del Museo Marès es sencillamente increíble: casi toda la iglesia de San Miguel de Tubilla del Agua está allí, amén de una serie de tallas románicas y góticas deslumbrante: vírgenes, cristos, retablos, figuras de santos, bustos, columnas, canes, capiteles y conjuntos tanto románicos como góticos ocupan sus salas. También exhibe la sensacional pieza 'Conversión de San Pablo', del desaparecido convento dominico de la capital burgalesa.