El exmilitar búlgaro será juzgado por cuatro delitos

L.N.
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El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Valladolid dicta auto de apertura de juicio oral contra K.B.N., en prisión desde julio tras retener a su expareja en San Martín de Rubiales y atemorizarle con matarla

El exmilitar búlgaro será juzgado por cuatro delitos - Foto: Jesús J. Matías

Maltrato habitual. Amenazas. Lesiones. Y detención ilegal. Estos son los cuatro delitos por los que próximamente se juzgará a K.B.N., el exmilitar búlgaro de 53 años considerado un sujeto muy peligroso al que la Guardia Civil detuvo en julio por retener en contra de su voluntad a su expareja durante cuatro días. Los hechos obligaron a la Benemérita a desplegar un amplio dispositivo de seguridad en varias localidades de la Ribera del Duero, como San Martín de Rubiales, donde ambos vivían desde hace dos años; Nava de Roa, Valdezate, Roa de Duero o Mambrilla de Castrejón, así como en las provincias de Segovia y Valladolid. Finalmente, una llamada a un compatriota por parte del huido, que tiene una orden internacional de detención por asesinato en Grecia, precipitó su arresto en el municipio vallisoletano de Corrales de Duero. 

Desde entonces, K.B.N. permanece en prisión, como informan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León a este periódico. Detallan que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Aranda de Duero se inhibió el pasado mes de julio al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Valladolid ya que los hechos tuvieron lugar en el partido judicial de Valladolid. Asimismo, avanzan que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer ha dictado recientemente auto de apertura de juicio oral contra este individuo por los delitos de maltrato habitual, amenazas, lesiones y detención ilegal y que se ha dado traslado del procedimiento a la Audiencia Provincial de Valladolid para señalar el juicio. 

En agosto, la Audiencia Provincial de Burgos desestimó un recurso presentado por la defensa del exmilitar y confirmó que la medida de prisión provisional, comunicada y sin fianza resultaba "necesaria y proporcional". La confirmación de dicha resolución en todos sus extremos se justifica en base a distintas consideraciones. Entre los fines constitucionalmente legítimos se cita, en primer lugar, el de evitar la posible comisión de nuevos ataques contra la víctima, lo cual, según el citado auto, "no es descabellado presuponer, si se tiene en cuenta la gravedad de los hechos imputados y su naturaleza, así como el hecho de que no es la primera vez que el investigado amenaza y golpea a su pareja". Existe, dicen, un riesgo de reiteración delictiva, además de la necesidad de protección a la víctima, de 45 años. 

De hecho, la mujer, que en el momento de la detención de K.B.N. se encontraba en buen estado, declaró en dependencias policiales que sufrió varios episodios de palizas en casa "siempre que estaban solos". Detalló que "normalmente" él la agarraba del pelo y que nunca la golpeaba en la cara para que no tuviera marcas, pero sí por todo el cuerpo. Asimismo, relató que "sólo una vez la pegó delante de un compañero, en el trabajo en el campo, debido a los celos que tenía". 

A ello se suma el comportamiento "impredecible y agresivo" de K.B.N., quien, de acuerdo con lo expuesto en este auto, cuenta "con un requerimiento por parte de Atenas por delito de asesinato, al estrangular a una persona en un sótano, hasta su fallecimiento". 

Amenazó con matarla. En cuanto a lo ocurrido del 6 al 9 de julio, la víctima refirió que cuando iba a trabajar, su expareja y otra persona la sacaron "a la fuerza" del coche en el que viajaba. El segundo, añade, le propinó un golpe en la espalda, mientras que K.B.N. tiraba con tanta fuerza que le bajó los pantalones. Una vez en el monte, éste le amenazó con "coger piedras, pegarle hasta matarla y dejarla por los caminos" para después suicidarse. Se hallaba muy alterado por el ruido del helicóptero de la Benemérita que sobrevoló la zona y tapó su coche con ramas para que no le viesen. También le decía que le diera 50 euros para huir a Francia. 

Ante todos estos elementos, en el auto de la Audiencia Provincial se justifica que el investigado siga en prisión para garantizar su presencia en el juicio y por el riesgo de fuga, "habida cuenta del desarraigo existente en este país, ya que no trabaja" y había manifestado a su expareja su intención de huir a Francia. Los delitos de amenazas en el ámbito de la violencia de género y de detención ilegal se castigan con la pena de prisión de 6 meses a un año y de 4 a 6 años, respectivamente, según el Código Penal. 

Otros tres investigados, en busca y captura. En este mismo procedimiento, fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León indican que hay otras tres personas investigadas por el presunto delito de detención ilegal de la expareja del exmilitar búlgaro K.B.N., pero que actualmente se encuentran en busca y captura al desconocerse su paradero. 

Cabe recordar que el mismo día en el que se retuvo a la mujer, la Guardia Civil detuvo a otro interviniente, también de origen búlgaro, que unos días después quedó en libertad sin fianza, con la obligación de comparecer en los juzgados los lunes y viernes. Según el relato de la víctima, otra mujer, que estaba dentro del coche, le impidió cualquier maniobra para poder escapar.