El Ayuntamiento blinda su factura energética

DB
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El Consistorio prorrogará los contratos de gas y luz. La UBU hará lo propio con el último y sufre el recibo del primero. La empresa que abastecía de calor a la Diputación quebró

El Coliseum, una de las grandes dotaciones de la ciudad. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Las administraciones públicas, propietarias de cientos de dotaciones con grandes consumos de luz y gas, hace meses que revisan con lupa los contratos firmados con los suministradores de energía ante la previsión (casi certeza) de que sus facturas de luz y gas se pueden disparar y condicionar las inversiones o el gasto corriente de los próximos años. Mientras en el Ayuntamiento de la capital aseguran estar blindados hasta el otoño de 2023, en la Diputación se encontraron a finales del año pasado con la quiebra de Remica Comercializadora S.A.U., la empresa que suministraba gas natural a ocho instalaciones.  En la Universidad de Burgos el contrato de electricidad, con un precio fijo, concluye en abril y el recibo de la calefacción ya se acusa, obligando a ultimar un plan de ahorro energético en el campus.

En el caso del Ayuntamiento, lo que ha hecho el área de Ingeniería Industrial es comunicar a Iberdrola que hará efectiva la opción de prórroga que le permite extender hasta octubre de 2023  el contrato del suministro de energía eléctrica para la iluminación de los viales públicos y de los edificios municipales. Una decisión que ya está tomada pese a que la compañía eléctrica, según asegura el concejal del área, Adolfo Díez, ha pedido al Consistorio burgalés que se ponga fin al compromiso.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)