Eclosión de la Roja

Agencias
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Busquets es el 'culpable' de que la selección pase de estar gafada con el gol a ser la máxima realizadora

El capitán y centrocampista catalán logró ante Croacia su segundo ‘MVP’ consecutivo. - Foto: HANNAH MCKAY

El gol tiene un padre y muchos tíos:quien lo marca y quienes están sobre el campo ‘conspirando’ para marcarlo. Por eso, cuando buscamos el origen de un gol, conviene analizar con el botón de ‘rebobinar’ pulsado:el balón sale de la portería y golpea en la bota del atacante, la pelota sale hacia la banda, donde un compañero suyo la golpea hacia atrás... Así hasta llegar a una fotografía en la que muchas veces, cuando está sobre el campo, suele salir Sergio Busquets:el que ha filtrado un pase entre líneas, el que ha abierto un carril inesperado, el que ha robado una pelota a tiempo para que aparezcan los huecos... 

El mediocentro de Sabadell (16 de julio de 1988) logró ante Croacia su segundo ‘MVP’ consecutivo. Los reconocimientos, de alguna forma, le están llegando en el ocaso de su carrera:de ser un ‘tapado’ de lujo a ser la pieza que lo ha cambiado todo: anticipación, toques que rompen líneas, lectura táctica impecable y esa capacidad asombrosa para aguantar el balón el segundo extra que permite al equipo colocarse mejor. 

 

Sin puntería

Pero, ¿puede un jugador tan poco ‘amigo’ del gol, tan de sujetar al equipo desde una posición defensiva, tan de trote medido en un equipo que juega al galope, influenciar tanto en la ofensiva del equipo? 

Para empezar a responder habría que irse a una extrañeza estadística: la relación de ‘Busi’ con el gol es exageradamente deficitaria:en trece temporadas como profesional ha disputado 754 partidos... y apenas ha marcado 17 goles. Compañeros de club y selección como Piqué (53 tantos en el mismo período) o Alba (30) le superan ampliamente jugando como defensas. Explicado con una exageración, no es difícil imaginar a Busquets a puerta vacía buscando un compañero a quien entregarle la pelota y la gloria... 

Con España ha jugado 125 partidos (90 victorias, 18 empates y 17 derrotas) y sólo ha marcado dos goles, ambos en la fase de clasificación hacia la Euro’16:el 3-1 de un 5-1 a Macedonia y el 2-0 de un 3-0 a Bielorrusia. Desde noviembre de 2014, ninguno. Y, sin embargo, su recuperación ha transformado la ofensiva del equipo. 

 

Más libertad

Con Busquets guardando el sitio, jugadores como Koke o Pedri (ambos en un estado de forma espectacular) pierden el ‘miedo’ a la verticalidad. La España que jugó ante Suecia o ante Polonia abusó del toque en horizontal porque los mediocampistas no se escalonaban, no buscaban el juego entre líneas que hiciese dudar al rival. Sergio Busquets lleva toda la vida jugando ante rivales encerrados:sabe esperar o darle velocidad a la pelota cuando conviene:la libertad de movimientos de ese ‘arco’ que formaron Pedri y Koke junto a Sarabia y Ferrán en las bandas sólo es posible con un mediocentro de las características del capitán español.   

Antes de su llegada, la selección era un mar de dudas. Con su irrupción en la Eurocopa, España ya es la que más goles mete (11, cinco en cada uno de los últimos partidos), la que más posesión tiene (67,5 por ciento), la segunda con más precisión en el pase (89) tras Alemania e incluso se ha ubicado en el top-3 de las que más disparos a puerta realiza (68, solo por detrás de Italia y Dinamarca). 

Luis Enrique, a quien el paso del tiempo le va dando razones donde solo se veían errores, acertó esperando a Busquets:el tipo sin gol que, a su manera, asegura goles.