Los partidos políticos, primero el PSOE y después el PP, reavivaron el pasado otoño la latente reivindicación de una Facultad de Medicina en Burgos. Desde entonces, su defensa en favor de la implantación de este grado en la UBU, que siempre lo ha demando, se ha quedado en meras intenciones.

A pesar de que todos los grupos de las Cortes en Castilla y León aprobaron en diciembre instar a la Junta a la convocatoria inmediata del Consejo de Universidades regional para abordar este debate, incluyendo también la demanda en este mismo sentido de la Universidad de León, dicho órgano aún no se ha reunido (ni hay fecha oficial para ello) y la Consejería de Educación, de quien depende, sigue reclamando a la institución académica local  el cumplimiento de la normativa de implantación de nuevos títulos.

El rector, Manuel Pérez Mateos, anunció el miércoles durante la sesión del Pleno del Claustro de la academia burgalesa la remisión, con fecha del 24 de enero, de la solicitud de este grado al departamento regional que dirige Rocío Lucas, tal y como este le había exigido a finales del año pasado como condición previa para convocar el Consejo de Universidades, presidido por la consejera y en el que están presentes los máximos responsables académicos de la región. Fuentes de la Consejería confirman a este periódico haber recibido dicha petición, si bien precisan que «la UBU necesita subsanarla» y añaden que «tendrá que detallar el proyecto con todos los requisitos que establece la normativa», sobre la que no especifica nada más.

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