Se necesitan temporeros para labores agrícolas

I.P.
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400 personas se han inscrito en 3 días a la convocada por UCCL. La de Asaja se abrió el mes pasado a nivel nacional y suma 820 interesados para la provincia. El viñedo para la poda en verde es el que más temporeros demanda

La labor prioritaria en estos momentos en los viñedos es la poda en verde, que precisa de mucha mano de obra y con cierta experiencia. - Foto: Patricia González

Senegaleses, rumanos, búlgaros, marroquíes... a estas alturas de mayo la Ribera del Duero estaría copada ya por cuadrillas de temporeros de esas nacionalidades que, como en años anteriores, viajarían desde sus países o desde otras provincias españolas donde ya habían terminado de recolectar otros productos agrícolas para comenzar con las labores de la poda en verde en los viñedos ribereños, seguir después con el trabajo de desnietar  y más tarde, el de retirar la uva para no dejar la cepa más que con los racimos necesarios para garantizar la mejor calidad y ajustarse a la producción exigida.

El cierre de fronteras ha venido a dificultar la movilidad de estos trabajadores temporeros, lo que ha obligado a las organizaciones agrarias a convocar bolsas de empleo para la realización de las labores agrarias y ganaderas, que precisan de mano de obra en esta época. Aunque el sector vitivinícola es el más necesitado, también hay otros que contratan temporeros, como pueden ser en la zona de las Merindades para recolectar lechugas, cebollas, pero también para labores ganaderas y de esquileo. 

La organización agraria Asaja ha realizado la convocatoria de la bolsa de trabajo a nivel nacional, y lo hizo ya el mes de abril; para Burgos se han inscrito ya 820 personas. Por su parte, la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) la convocó el pasado martes y en las primeras 24 horas se había registrado 300 personas a las que ayer jueves se habían sumando otro centenar largo, por lo que la cifra se sitúa ya en los 408 interesados en poder trabajar en las tareas del campo y la ganadería.

Ambas organizaciones agrarias no se esperaban esta respuesta. En el caso de Asaja, también se pueden inscribir los propios empresarios, de tal manera que luego se cruzan los datos para poner en contacto a unos con otros para llevar a cabo los contratos.

El funcionamiento en el caso de la UCCL es distinto, según explica Susana Pardo, la presidenta de la OPA; en este caso no se apuntan los demandantes, sino que la idea es hacer una selección entre los que se han inscrito y reúnan mejores cualidades, bien porque ya han participado en labores anteriormente o hayan realizado cursos formativos. Desde la UCCL se pretende poner contactar con Cruz Roja para que sea a través de ella como se pueda hacer una valoración para elegir a los más cualificados.

     En todo caso, explican desde el sindicato, algunas de estas labores, en concreto el tema de la poda, requieren su técnica, no como en el caso de la recolección, por lo que van a explorar vías a través de la Subdelegación de Gobierno para ver alguna línea de ayudas y llevar a cabo algún curso de iniciación a la poda para que los viticultores tengan la seguridad de que quienes  contratan están capacitados. No se trataría de cursos especializados, sino unas nociones básicas.

     Desde Asaja, Rafa Díez explica que en la convocatoria del sindicato, aunque esté diseñada para trabajar en la agricultura, muchos de los que se han inscrito apuntan otras preferencias  como pueden ser temas ambientales, de aguas, apicultura. En concreto, han mostrado como primera preferencia la agricultura y la ganadería 175.

MIL TEMPOREROS. En esta época del año, los cultivos que precisan de más temporeros son preferentemente el viñedo y en menos medida la recolección de lechugas, ésta centrada en la zona de Medina.

En la Ribera del Duero, los viticultores tienen que hacer frente desde hace semanas a la poda en verde. Esta labor es importante para la producción final de uva; en temporadas pasadas se calcula que son en torno al millar de temporeros los que se desplazan hasta las localidades ribereñas.

Son fundamentalmente senegaleses, rumanos, marroquíes y búlgaros. En muchos casos los contratan los propios viticultores y en otros a través de empresas de servicios.

El cierre de fronteras ha dificultado este año su llegada, por lo que se tira del mercado nacional y se echará mano si hace falta de las bolsas de empleo de las OPAS, aseguran los viticultores. Así, Daniel Maestre, que tiene unas 20 hectáreas de viñedo en Quintana del Pidio, suele contratar 8 trabajadores senegaleses durante dos meses, porque tras las labores de poda siguen con otras como el desniete y más tarde, el entresacado de las uvas. Al no poder contar con los trabajadores de otros años, en esta ocasión le van a llegar algunos desde Málaga que han estado otros años por la zona e, incluso desde Barcelona. Daniel explica que su zona es de las más tardías para empezar la poda, que ya va buena en otras zonas de la Ribera, pero en todo caso, ya  debe empezar.

Por su parte, Raúl Martínez, con un viñedo de 40 hectáreas en San Martín de Rubiales, ya está podando con los tres trabajadores que tiene fijos todo el año, y ahora está a la espera de contratar a otros seis u ocho personas. Parece que en breve podría llegar ya 4 temporeros desde Guadalajara donde han estado realizando otras labores. Los viticultores creen que las administraciones deberían dar más facilidades para poder contratar.

Los productores de lechugas de la zona de Medina suelen coger esta temporada entre 20 y 30 temporeros entre todos los asociados.