Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Suicidio

15/11/2022

La izquierda a la izquierda del PSOE camina, una vez más, hacia el suicidio. A pocos meses de las grandes citas electorales del 2023, se aceleran las divisiones crónicas y la proliferación de partidos, partidillos, coaliciones, etc salpicadas, faltaría más, de críticas, puntazos, collejas y zascas de unos, y unas, contra otros, y otras. Les separan matices y tácticas a corte plazo, pero pareciera que están tan alejados que no es posible ni el acercamiento ni la unión pese a que la balanza electoral se presenta muy equilibrada y el PP va por delante en las encuestas. Estas broncas y estos estacazos dialécticos suelen pagarse en las urnas, como sucedió, solo por citar un caso reciente, en los pasados comicios andaluces. ¿Ha escarmentado la que se considera a sí misma izquierda pura? Yo diría que no, sino que los males se van agravando. Y, para demostrarlo, ahí tienen a Pablo Iglesias, en su papel de Reina Madre de Unidas Podemos (UP), arremetiendo contra Yolanda Díaz en cuanto le ponen un micrófono delante. Y ahí tienen a las ministras Irene Montero y Ione Belarra poniendo pegas y más pegas al proyecto que encabeza la vicepresidenta segunda del Gobierno, compañera de ambas en el banco azul y antaño persona de confianza del propio Iglesias... o eso parecía. Y luego están Garzón, líder de Izquierda Unida y ministro de Consumo, y Enrique Santiago, secretario general del PCE, que tampoco contribuyen a clarificar la situación. Y podemos sumar también a Más País y a las numerosas mareas, plataformas y corrientes locales, provinciales, regionales y demás que se proclaman de izquierdas pero que andan por su cuenta. ¿Formar un proyecto común? ¡Está usted loco o ha bebido! Si yo fuera Pedro Sánchez o un gerifalte del PSOE, estaría muy preocupado. Los votos a su izquierda podrían repartirse entre siglas y más siglas con la consiguiente y previsible pérdida de escaños, esos que dan o quitan gobiernos. Y si alguien tiene dudas, que recuerde lo ocurrido en Madrid cuando esa proliferación de grupos de izquierda dejó sin la alcaldía a Manuela Carmena. Pero de eso ya no se acuerdan.