El registro de solares va a servir para algo. El trabajo realizado en los últimos meses por los técnicos del Ayuntamiento de Burgos, que supuso el primer repaso exhaustivo de los terrenos situados en el término municipal, concluyó en el mes de octubre con la localización de 1.222 parcelas vacías y su catalogación en función de su peligrosidad, falta de ornato o usos indebidos.  Aquello se quedó entonces en la exposición pública de los datos, y ahora da sus primeros frutos con la emisión de una advertencia individualizada a los que están en peor estado porque tienen la obligación de mover ficha.

El área de Licencias ultima un escrito dirigido a los propietarios de los 28 solares que fueron detectados como «de urgente intervención».  Se trata de terrenos con riesgo de caída por tener taludes muy pronunciados, obras abandonadas sin terminar desde hace años o en los que se han detectado vertidos de residuos no controlados. Todos ellos ya cuentan con expedientes abiertos, según recuerdan desde el Consistorio, y varios presentan graves problemas de gestión derivados de propietarios en concurso de acreedores, como el archiconocido caso de la plaza Vega.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)