Las mudanzas no siempre acercan a quienes las protagonizan un cambio positivo. Sin embargo, también existen ocasiones en las que los traslados abren ventanas inexploradas y muy interesantes. Algo así le ocurrió a David Ortega al iniciar su andadura con el Play Off Café. Este hostelero mirandés regentaba un amplio establecimiento junto a la famosa glorieta de la 'M', pero, tras años allí, le tocó emprender un nuevo camino. Y, visto lo visto, no puede arrepentirse.
"En principio, fue un cúmulo de circunstancias. Tenía que trabajar, así que algo tenía que abrir", reconoce Ortega. "Este local se adecuaba a lo que yo estaba buscando y la zona también", añade. Así, levantó la persiana de su actual negocio. Poco a poco entendió que la zona no solo "se adecuaba", era mejor que ninguna. "Me sorprendió mucho que en este barrio la gente es como una familia, se conoce todo el mundo y todo el mundo habla con todos", comenta. "A diferencia de lo que puede pasar en una comunidad de vecinos", ironiza. El dueño del bar concluye que "a mí me gusta eso, es muy buena gente y nunca hay ningún problema con nadie".
Muchos miembros de la "familia" del Play Off pertenecen a ella gracias al deporte. "No solo somos un bar de fútbol", aclara el empresario. Eso sí, al mismo tiempo explica que a él le apasionan las disciplinas deportivas, por lo que enfocó el contexto del local a ese mundo. "Genera un ambiente muy bueno", relata. Además, contar con varias televisiones y retransmitir prácticamente todos los eventos permite que su negocio se diferencie de la mayoría de la hostelería en la actualidad.
Por el momento, Ortega apuesta por mantener este servicio y poner en sus pantallas partidos de fútbol, tenis o baloncesto. Eso sí, no olvida que las tarifas cada vez son más altas y resulta comprensible que haya quienes se lo replanteen. En cualquier caso, él mira al futuro con optimismo. "Si todo va como tiene que ir, las expectativas son correctas", explica. Como su actividad no solo se liga al deporte, dispone de una buena cartera de clientes fieles. "Ponemos cafés por las mañanas, bocadillos... Es un bar normal", insiste con modestia. "No me dedico solo al fútbol, porque si no en verano tendría que cerrar", bromea.
Precisamente, Ortega quiso ampliar la perspectiva con la que maneja su establecimiento y unificó prácticamente como un único espacio el interior y la parte exterior del bar. "Hice alguna reforma para darle más vida", analiza. "A parte de la terraza en el aparcamiento, que duplica la que tenía, la fachada era una ventana y ahora se puede abrir de arriba a abajo", comenta. "Esto le da más amplitud", concreta. Según afirma el hostelero, "inversión, se trata de hacer inversión".
Aunque Miranda ya no posee el ambiente vivaz y festivo diario que pudo tener en épocas pasadas, el dueño del Play Off Café está "muy contento". Ortega cree que las nuevas generaciones "son menos de bares" y pasan más tiempo resguardados en casas o locales. Aún con todo, el empresario explica que está satisfecho porque "después de la covid parecía que todo iba a ir peor, pero la gente está respondiendo muy bien".
La hostelería "ha peleado mucho" para conseguir que, en estos momentos, todo vaya "mejor de lo que pensábamos cuando estábamos encerrados en casa". Y la lucha sigue. Al menos, tras la barra del Play Off Café. En ese lugar se seguirán celebrándose los goles del Mirandés, los puntos de Rafa Nadal y los regates de Ansu Fati.