«La situación que hay en el Sáhara es infrahumana»

ARSENIO BESGA
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El doctor Cheikh Taleb Omar tiene su hogar en Miranda desde hace unos meses, pero todavía tiene muy presente su verdadera patria

Cheikh Taleb Omar en Miranda, vistiendo con un traje típico de su país conocido como 'darrá'. - Foto: A.B.

Muchos pueblos hunden sus raíces sobre un lugar común, se apoyan, cooperan, se respetan. La ciudadanía española, por ejemplo, ha estado ligada a la comunidad saharaui desde hace más de un siglo. No obstante, en la actualidad, la situación ha dado un giro repentino. El médico Cheikh Taleb Omar, nacido en un campamento de refugiados, se ha asentado en Miranda de Ebro hace escasos meses, pero jamás ha olvidado a sus compatriotas. De hecho, suele acudir a su país para colaborar en diferentes labores humanitarias.

«La situación que hay en el Sáhara es infrahumana», reconoce el doctor, que ha visto con sus ojos la desnutrición generalizada en su pueblo y la dependencia de la ayuda externa para sencillamente alcanzar la supervivencia. Precisamente, de esa fatal realidad nació su «vocación» por la medicina. Eso sí, ha recorrido un largo camino hasta llegar a su actual centro de trabajo, Miranda.

Cheikh pisó suelo español por primera vez en el año 2005. Durante su estancia, completó sus estudios de bachillerato y comenzó la carrera de medicina en la Universidad de La Laguna. Sin embargo, cuando apenas acumulaba un curso en ese centro, decidió viajar a Cuba para concluir la formación. Con el paso de los años, este profesional saharaui ha trabajado en su país, en Canarias, en Andalucía... Allí donde se le necesitaba.

«En Miranda llevo casi dos meses», explica. «Aquí estoy muy bien, la población es muy simpática», añade. «Además, la relación entre médico y paciente no es una relación cualquiera, hay más interacción», analiza. En estos momentos desempeña sus labores en el área rural del municipio porque «te mandan donde hay más demanda». Eso sí, Cheikh asegura que «siempre elegiría este lugar». «De verdad, la población ayuda mucho. Me gustaría formar una familia y amigos, gente buena», comenta.

Otro punto favorable del entorno se encuentra en la importante comunidad saharaui que se aloja en Vitoria, a escasos 30 kilómetros de su nuevo hogar. Es más, el propio doctor posee lazos familiares en la localidad alavesa. Ahora bien, los vínculos entre su patria y España no se concentran en un único lugar, están repartidas, generalizadas, la población las asume y las comparte. «Hay una muy buena relación entre la Junta de Castilla y León con el pueblo saharaui», recuerda. «Nosotros tenemos muy buena relación con el pueblo español», recalca Cheikh.

Pese a ello, el médico no puede olvidar que «el problema son los representantes, que toman medidas catastróficas». Entre esas iniciativas desagradables para la comunidad saharaui se encuentra el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre incluir el territorio en los dominios de Marruecos. «La verdad es que no me sorprendió el anuncio, es algo esperado», expone el doctor. «Lo que me sorprendió es el viraje tan rápido. Tras muchos chantajes marroquíes, el Gobierno sucumbió a lo que pedían», reflexiona. Aún con ello, Cheikh avisa de que «se olvida que también tienen pretensiones de anexionar Ceuta y Melilla».

El pueblo saharaui conoce de primera mano la forma en la que suele operar su país vecino y, desde hace décadas, «invasor». El médico de Miranda rememora los orígenes de su nación y explica que «hay asentamientos del siglo VIII, aunque fueran nómadas». En cambio, hasta 1631 no se fundó el sultanato marroquí. Por tanto, Cheikh sostiene que «llegamos ocho siglos antes que ellos».

En todo ese tiempo, el Sáhara no conformó «un estado». Los pueblos árabe y beréber convergieron dando lugar a una verdadera nación cultural, a las raíces de Cheikh y de otro medio millón de personas. Siglos más tarde, España trató de hacerse con el control del territorio, aunque tardó mucho en asegurar su dominio. Cuando lo hizo, con el dictador Franco, extrajo ricos materiales como el fosfato e intentó tejer lazos con los saharauis. Para ello, creó la provincia número 52. Desde entonces, la situación dio multitud de vuelcos hasta nuestros días, cuando se ha dado por hecho que jamás se cumplirían los compromisos pendientes.

Las Naciones Unidas trataron de  garantizar la libertad y la seguridad del movimiento descolonizador, que se enfrentaba al «expansionismo» marroquí. En la actualidad, Pedro Sánchez ha intentado desvincularse del conflicto con una declaración «irresponsable e inoportuna», según Cheikh. «Vulnera los derechos humanos, los derechos del pueblo saharaui para su autodeterminación y también se salta las resoluciones de la ONU», denuncia el doctor. Con todo ello, expone que «solo queda hacerse una pregunta: ¿Está España acorde con el derecho internacional o con los intereses de Marruecos?».