Un centenar de los 1.273 núcleos de población de Burgos, en los que residen 4.000 personas, quedarían a más de 30 minutos del parque de bomberos más cercano, según el mapa planteado en el Plan Sectorial de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de Castilla y León, cuya aprobación en el Consejo de Gobierno previo a la Semana Santa y sin conocimiento de los alcaldes y de la Diputación de Burgos ha levantado ampollas. Se trata del 7,9% de los pueblos y el 1,1% de los vecinos de Burgos, según el documento, que estima que en toda la Comunidad Autónoma serían 463 localidades -«en pequeños sectores aislados, escasamente poblados y sin riesgos significativos»- y 25.605 residentes los afectados por este incumplimiento del primer objetivo fijado, el de un tiempo de intervención inferior a 30 minutos, calculado para un vehículo ligero (no un camión).
La provincia de Burgos quedaría dividida en 15 áreas, en torno a los núcleos de población donde se establece la base de los parques. No aparecen en el mapa los de Roa, Espinosa de los Monteros, Santa María del Campo, Castrojeriz, Torresandino, Quintanar de la Sierra, Pradoluengo, La Puebla de Arganzón y Oña. Ninguno de los municipios afectados ha sido consultado para la elaboración del documento, que ayer se publicó en el Boletín de Castilla y León.
Desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente insisten en que es un plan «de mínimos» que sí conocían los responsables provinciales del servicio en Burgos, en contra de lo declarado a este periódico por el diputado Ramiro Ibáñez, y que las administraciones locales y provinciales pueden realizar un diseño a mayores, pues tienen la competencia. Sin embargo, el documento ha generado muchas incógnitas entre los afectados, que temen que la Diputación no pueda mantener todos los parques si tiene que profesionalizar varios de ellos o que no se les llame para realizar intervenciones y mueran por inacción.
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