La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Castil de Lences luce un exterior espectacular desde las intervenciones de rehabilitación que se han realizado en los últimos años. La poda de los dos grandes cipreses que perjudicaban a las paredes del templo han logrado que gane aún más notoriedad. Sin embargo, esa sensación se esfuma cuando uno atraviesa la puerta de acceso y se topa con lo que en su momento fue un imponente retablo que ha quedado reducido a menú de polillas y termitas. El Ayuntamiento de la pedanía no dispone de presupuesto suficiente para afrontar la inversión de mejora, que ronda los 29.400 euros, por lo que pretende buscar ayuda exterior al lanzar una campaña de crowdfunding para que la gente done la cantidad económica que considere a través de internet.

El estudio realizado por una empresa de arte, diseño y restauración del patrimonio expone que la pieza se construyó en dos épocas distintas: a finales del siglo XVI y en el XVIII, por lo que el paso de los siglos se reflejan en sus elementos decorativos. Entre otros aspectos a mejorar, la compañía propone ejecutar un sentado del color de la arquitectura, eliminar previo análisis los elementos ajenos a la obra y llevar a cabo una limpieza exhaustiva. A día de hoy, el templo únicamente se utiliza para oficiar celebraciones religiosas, aunque cada vez son menos.

La comarca de la Bureba se caracteriza por el patrimonio Románico, representado en pequeñas ermitas como en las iglesias más ejemplares de este estilo. Tal es el interés que despierta entre los turistas que 20 localidades del territorio se han unido para crear un proyecto en común e impulsar una nueva ruta en la que poder conocer 21 monumentos religiosos. «Nosotros somos uno de esos pueblos y por ello queremos darnos prisa con la restauración», explica el regidor, Víctor Mendieta, que asegura que tiene «especial ilusión en dar un lavado de cara a su interior  para ofrecer también un uso turístico y cultural». La Asociación para el Desarrollo Comarcal Bureba -promotora del plan- trabaja en estructurar un producto turístico que genere un movimiento económico y social en el territorio.

Asimismo, el regidor apuesta por mostrar los atractivos y pretende organizar visitas guiadas una vez que la iglesia tenga un mejor estado. Hasta el momento no existe la posibilidad de acceder a excepción de cuando se celebra misa, pero Mendieta quiere que «por primera vez los visitantes que acudan a conocer Castil puedan contemplar tanto por dentro como por fuera el inmueble religioso, y necesitaremos voluntarios para encargarse de atender a los interesados».

Otras actuaciones. El equipo de gobierno ha apostado por mantener en las mejores condiciones la iglesia y ha hecho un gran esfuerzo económico para conseguirlo. «Rehabilitamos la nave principal, el pórtico y la cubierta del campanario. La piedra se encontraba muy dañada y necesitamos contratar los servicios de un cantero. En 2021  restauramos la tarima del coro porque estaba totalmente podrida», sentencia el alcalde.