Sueños y desvelos en la columna vertebral de la provincia

H. JIMÉNEZ
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Tras meses viéndose a través de una pantalla en reuniones de coordinación contra la pandemia, los alcaldes de Burgos, Aranda y Miranda se sientan frente a frente para repasar con Diario de Burgos sus problemas comunes, con infraestructuras en cabeza

Los alcaldes de Burgos (Daniel de la Rosa, PSOE), Aranda (Raquel González, PP) y Miranda (Aitana Hernando, PSOE).

El inmenso territorio de Burgos, con su dispersión poblacional y su enjambre infinito de pequeñísimas localidades, tiene un eje que la sostiene desde el punto de vista demográfico, logístico y económico. La vieja carretera de Madrid a París, la N-I que comunica la meseta con Europa, es su columna vertebral y en ella sobresalen las tres principales localidades de referencia para la provincia.

Los alcaldes de Miranda de Ebro (Aitana Hernando, PSOE), Burgos (Daniel de la Rosa, PSOE) y Aranda de Duero (Raquel González, PP), que gobiernan sobre 245.000 habitantes, llevaban meses viéndose semanalmente a través de una pantalla con motivo de las reuniones de coordinación contra la covid. Por fin, la semana pasada se sentaron a una misma mesa para repasar con DB los problemas comunes a todos ellos.

Sus municipios tienen idiosincracias particulares, ni siquiera comparten el mismo clima. Al sur la influencia de Madrid es decisiva, al norte la del País Vasco. González lleva 10 años siendo alcaldesa de la capital ribereña, Hernando 6 al frente del ayuntamiento mirandés y De la Rosa, el único novato en el cargo, acaba de pasar el ecuador de su primera legislatura. Pero a esta terna le une mucho más de lo que les separa.

Son polos eminentemente industriales, forman parte de históricos corredores estratégicos que están en riesgo por la desviación de las prioridades políticas hacia otras regiones y tienen grandes infraestructuras pendientes que no solo servirían para comunicarse mejor entre ellas, sino también con el resto de Castilla y León o de España. Desgranan sus sueños y sus desvelos, se muestran reivindicativos incluso con los de su propio partido y coinciden plenamente en denunciar la infrafinanciación con la que deben luchar todos los ayuntamientos del país.

Tras la gestión de la pandemia, además, a los tres regidores les toca mirar adelante pensando en la recuperación económica y en su propio futuro político, más incierto que nunca en tiempos de multipartidismo y pactos inestables. El primer reto será el mejor aprovechamiento posible de los prometidos dineros de Bruselas.

(Amplio y detallado reportaje, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)