El gladiator cumple seis décadas en la vanguardia

SPC
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Fue el primer vehículo civil adaptado para el uso del ejército

El gladiator cumple seis décadas en la vanguardia - Foto: Ph.Alberto Giorgio Alquati

El concepto de pick-up no es un invento americano. Inspirándose en las carretas de caballos, los fabricantes pioneros integraron carrocerías de este tipo en su oferta desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Sin embargo, es los Estados donde se han forjado sus principales señas de identidad: fiabilidad, robustez y capacidad para enfrentarse a todo tipo de terrenos.

Estas características coincidían punto por punto con las prestaciones que ofrecía el Jeep Willys desde la Segunda Guerra Mundial, por lo que era cuestión de tiempo que la marca se pusiera manos a la obra para lanzar su propio concepto de pick-up, un proceso que se concretaría en 1962 con el Jeep Gladiator.

Basado en la plataforma del Wagoneer, el Gladiator heredó su versatilidad y su comportamiento en carretera, aportando múltiples siluetas y carrocerías para adaptarse a las necesidades de una clientela muy variada: granjeros, transportistas, talleres mecánicos, particulares amantes del aire libre… Por este motivo, este modelo se pudo adquirir, desde su lanzamiento hace seis décadas, tanto en versión chasis cabina como grúa, camión de estacas o, incluso, como camper.

En el apartado técnico, esta primera generación del Gladiator se comercializó en versiones con propulsión trasera o tracción integral y se movía gracias al revolucionario motor 3.8 L de 140 CV con 6 cilindros en línea, la una de las primeras mecánicas con árboles de leva en cabeza disponibles en el mercado norteamericano.

En 1970, el Jeep Gladiator perdió su nombre de luchador romano para ser denominado, sencillamente, Jeep Pick-Up o Serie J. Esto no fue en detrimento de las prestaciones del modelo, sino que fue ganando en cualidades off-road.

Al mismo tiempo, la gama se fue diversificando y sus equipamientos y acabados se acercaron a los que se ofrecían en los turismos americanos de la época. Así, versiones como la Pionneer ofrecían un interior elegante, paragolpes cromados y molduras metalizadas en el marco de las ventanas, además de embellecedores en las ruedas, mientras que el acabado Honcho disponía de una tapicería exclusiva firmada por Levi's. El punto máximo lo marcó, en 1980, el acabado Laredo, que no tenía nada que envidiar a los sedanes más lujosos de la época: tapicería de cuero, cromados y un sofisticado sistema de audio Alpine.

El fin de la vida comercial del primer Gladiator llegó en 1988. Fue sustituido por el Comanche, un modelo más corto que estuvo en los concesionarios hasta 1992. Desde entonces, Jeep no ofreció un pick-up a sus clientes hasta 2018, con el lanzamiento de la nueva generación del Gladiator. 

Actualmente, incluye los equipamientos más avanzados en materia de estilo, confort y tecnología. Cuenta con el equipo multimedia con pantalla de 8,4 pulgadas y cuenta con más de 65 sistemas de seguridad activa y pasiva.