Tras la apuesta de la Diputación de Burgos por seguir adelante con la organización de la Vuelta a Burgos, a la espera de la decisión final del Ministerio de Sanidad, los organizadores siguen trabajando para ultimar todos los detalles y estar preparados si finalmente se decide disputar la prueba entre el 28 de julio y el 1 de agosto. 

Una de las cuestiones principales de la carrera es su participación. La expectación que ha levantado este año, al ser la primera en el continente europeo tras la pandemia, ha provocado que la lista de equipos inscritos sea más amplia que nunca, con 15 de los 19 mejores del mundo y una larga lista del resto de categorías.

Por ese motivo la organización tendrá que decir que no a algunos de los equipos que han pedido participar. Y también podrá exigir que otros acudan a la carrera con algunos de sus mejores corredores.

La lista de pruebas antes del Tour no es muy grande y por eso los responsables de los equipos están ahora en plena programación con sus corredores. Todos aquellos que aspiran a brillar en el Tour, que se inicia a finales de agosto, tienen que participar en varias carreras previas. La mayoría se celebran en Francia, pero la Vuelta a Burgos es la primera y congregará a corredores de primer nivel. Y aquellos equipos que apuesten más por las carreras en Francia pueden quedarse fuera de la carrera burgalesa.

Nairo Quintana, ganador en Burgos en dos ediciones, es el líder del equipo Arkea francés. El colombiano ha manifestado que correrá dos pruebas en Francia antes del Tour y eso podría dificultar la presencia de su equipo en Burgos. 

La organización está trabajando en la lista definitiva de formaciones que tomarán la salida y que podría llegar hasta las 24.