Misteriosa heredera

Ramiro González
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La miniserie de nueve capítulos '¿Quién es Anna?' nos muestra la vida de una chica vinculada a la 'jet set' neoyorquina que fue capaz de estafar a mucha gente rica con sus sutiles artimañas

Shonda Rhimes, productora de éxitos televisivos como Anatomía de Grey o Cómo defender a un asesino, ha firmado un nuevo producto de éxito, esta vez para la plataforma Netflix. Se titula ¿Quién es Anna?, y como nos recuerdan en cada capítulo, los hechos narrados son reales... excepto los que están totalmente inventados. Esta miniserie de nueve episodios de más de una hora de duración nos sumerge en el día a día de la jet set de Manhattan, y nos cuenta en especial una historia que se ha convertido en uno de los artículos más comentados y leídos. La verdad es que el misterio de Anna da para novela, películas y todo lo que queramos.

Basada en un reportaje periodístico de éxito del New York Times, ¿Quién es Anna? nos cuenta la vida de la misteriosa Anna Sorokin, una joven que se encuentra en la cárcel por numerosos delitos de estafa y robo. Pero ella se enroca en que no ha hecho nada, que es inocente. La periodista Vivian Kent (Anna Chlumsky) encuentra en una pequeña columna de un medio ajeno una referencia a esta chica, y su instinto de investigadora enseguida se activa: sabe que detrás de esas aparentes estafas a ricachones hay algo más, y entonces decide ir a la prisión de Rykers a verla. Poco a poco, Anna irá desvelando los misterios alrededor de ella…o no. Porque ante todo quiere una cosa en la vida, ser famosa. 

En cada capítulo vemos a Vivian hablando con un amigo diferente de Anna, de tal forma que el relato está contado desde diferentes perspectivas, lo que aumenta todavía más el misterio. 

La sabiduría de los guionistas reside en este punto, porque realmente no conocemos nada de la Anna real, salvo que ha fingido ser heredera de un millonario alemán, según algunos; otros dicen que es de origen ruso. Lo que sí que parece claro es que tenía un objetivo concreto: crear una fundación artística de vanguardia y exclusiva usando el dinero de numerosos personajes de la socialité neoyorkina. 

En cada episodio recibimos nueva información sobre ella, remarcando el duro trabajo interpretativo de Julia Garner, que es quien lleva el peso de la narración, y a la que vemos sonreír, llorar, gritar de frustración y también lanzar miradas de auténtica superioridad. La actriz demuestra su portentoso talento desgranando un personaje rico en matices y que retrata perfectamente una mente sociopática que no desencadena en crímenes de sangre, pero que no duda en fingir en todo momento ser quien no es para alcanzar sus fines, sin importarle a quien arrastre consigo.

Shonda Rhimes demuestra, una vez más, que lo que más la interesa son dos cosas: por un lado, los secretos y el juego sucio de las altas esferas; y por otro, el ritmo vertiginoso en sus propuestas. 

Muy directa

Da los detalles justos, sin detenerse en aspectos secundarios. Va al grano y eso hace que los capítulos pasen rápido a pesar de su duración, que puede resultar un poco excesiva. Como ya sucediera en obras más recientes como Scandal o Cómo defender a un asesino, la historia fluye a través de la narración en dos tiempos, con flashbacks largos en los que se nos desvela... o no, quién es Anna Sorokin, o Anna Delvy. ¿Cómo una chica sin pasado comprobable pudo estafar a grandes empresarios, banqueros, artistas y herederos de grandes fortunas? Tendremos que ver la serie para averiguarlo.

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