Proyectan viviendas y un hotel en la plaza Alonso Martínez

H. JIMÉNEZ
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Un grupo inversor acaba de adquirir este solar paralizado desde hace años y baraja usos residenciales u hoteleros para desarrollar una parcela de casi 700 metros que generará un nuevo espacio público

Panorámica de la plaza, con el número 2 en color ocre a la izquierda. - Foto: Valdivielso

Es una de las ruinas clásicas del centro histórico, que desde más de una década permanece vacía por dentro y apuntalada por fuera, en uno de los rincones por los que pasan a diario miles de burgaleses y unos cuantos turistas. Frente al Palacio de Capitanía, en la plaza de Alonso Martínez, el número 2 lleva urbanísticamente muerto demasiado tiempo pero está a punto de salir de su letargo.

La promotora Funbur 884, formada por casi medio centenar de socios inversores burgaleses y con un capital de 2,4 millones de euros, adquirió hace tres meses un solar que se extiende en su parte trasera hacia un patio interior de la calle Trinas y que según el catastro tiene una superficie de 680 metros cuadrados. En él proyecta la construcción de viviendas o un hotel, que ya están en fase de estudio.

Fuentes de los promotores explican que barajan tanto un uso residencial exclusivo como uno hotelero, aunque también podría ser mixto con diferentes posibilidades de distribución. La decisión final dependerá del interés de mercado que se detecte, pero subrayan que en cualquier caso "ayudará a transformar la ciudad", al menos en esa ubicación en concreto.

La parcela contaba desde hace años con un estudio de detalle y fue objeto de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana en el año 2009 que se tramitó de forma conjunta con el número 5 de esta misma plaza, un inmueble que lleva apuntalado dos años por problemas de estabilidad. Ahora los inversores trabajan en concretar esas alineaciones ya esbozadas y en desarrollar un proyecto para el que quieren solicitar licencia a lo largo del próximo 2022. Cuando logre el visto bueno del Ayuntamiento, permitiría levantar cuatro alturas en la parte que mira a Alonso Martínez y cinco hacia el interior para 'empatar' con las plantas existentes.

Esta actuación no solo dará como resultado viviendas o un hotel, sino que también generará un nuevo espacio en la parte trasera de los números 2 y 3, que fueron objeto de una rehabilitación integral hace unos pocos años, que están habitados desde entonces y en cuyos bajos existe una hamburguesería. Aunque de titularidad privada, esa plaza será de uso público y transformará lo que hoy es un solar sin asfaltar en un espacio pegado al lienzo de la antigua muralla. Es el mismo fragmento de la estructura defensiva que ha sido objeto de una larga polémica durante los últimos años, porque acogió un cenador que después el Ayuntamiento obligó a retirar después de un largo tira y afloja con el propietario.

Garaje trasero. Bajo la plaza se ejecutará un sótano con la finalidad de convertirse en garaje y hasta él llegarán los vehículos mediante una rampa ya existente. La calle en cuesta parte de la calle Trinas, rodea la mencionada muralla y desembocará en un montacargas que permitirá hacer descender a los coches hasta tres plantas de sótano, que ya fueron construidos en su día bajo el edificio recientemente rehabilitado pero que permanecen inutilizados a la espera de este nuevo acceso.

Puesto que hablamos todavía de un proyecto incipiente, no hay plazos concretos para el desarrollo de toda esta actuación, pero cuando se haga realidad permitirá que Alonso Martínez salga de la lista negra de lugares del centro histórico degradado. Se convertiría así en un ejemplo contrario a lo que sucede, por ejemplo, en la plaza de Vega, donde el paso del tiempo no hace sino resaltar las vergüenzas de una gestión urbanística fracasada por parte tanto de los propietarios como del Consistorio, incapaz de actuar para agilizarla.