«Fue un shock cuando me pidieron trabajos para universitarios»

R. PÉREZ BARREDO
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Pilar Citores, licenciada en Psicología y profesora, fue contactada por una de estas webs y ella lo puso en conocimiento de la UBU

Imagen de archivo de alumnos en la UBU. - Foto: Luis López Araico

Se quedó tan espantada que no duda en contárselo a quien quiera escuchar. Licenciada en Psicología, es orientadora educativa e hizo la especialidad para ser profesora de Secundaria, Bachillerato e Idiomas. Como todo el mundo, Pilar Citores llevaba tiempo apuntada a varias páginas en las que se busca empleo a la espera de recibir alguna oferta. Un día llegó una. Procedía de una de estas web. Ella aún no sabía que se trataba de uno de los sitios que invitan al fraude académico. Al ampliar información, vio que le ofrecían un salario de entre 30.000 y 42.000 euros. «Creí que sería una academia para refuerzo de alumnos, pero era otra cosa: pedían hacer trabajos a estudiantes. Así de claro. Me quedé asustada y pensé: ¿pero dónde vamos a llegar?».

Con la hontestidad y la decencia por bandera, Pilar puso esta experiencia en conocimiento de la Universidad de Burgos, donde ella hizo sus estudios. Ello vino a confirmar las sospechas de la institución académica: este fraude se está dando. E incluso abunda ya. No contactaron con Pilar por casualidad: la página web de marras buscaba a gente en Burgos posiblemente porque tenían encargos de estudiantes matriculados en la UBU. Qué mejor que alguien que conozca el medio para hacerlos. «Cuando investigué en la página todo me pareció aún más escandaloso. Está claro que buscan gente que conozca la universidad de turno, e incluso al profesor. Por todo requisito me pedían que hubiese estudiado una carrera universitaria y que hubiese sacado buenas notas en los trabajos. También buscan afinidades con el alumno que ha encargado el trabajo: si puede ser de la misma carrera que tú, mejor. También me llamó la atención que en su oferta no requirieran experiencia».

Admite Pilar Citores que se quedó «en shock. Desconocía que existieran estas web. Por eso no dudé en alertar de ello en la universidad. Una cosa es una academia, en la que te ayudan a estudiar, a aprender, y otra muy diferente es que un tercero haga el trabajo que le corresponde al estudiante. En los exámenes se evalúan ciertas cuestiones, pero en los trabajos se demuestra otras habilidades y aptitudes. Este fraude hace que las personas que recurren a él se incorporen al mercado laboral sin estar preparadas, cualificadas.Es un verdadero escándalo». Cree Pilar que el nivel actual de los estudiantes es más bajo que el de otras generaciones, y que ello, sumado a que, en efecto, ahora se hacen muchos trabajos en todas las carreras y que los alumnos no están educados precisamente en la cultura del esfuerzo, ha generado la eclosión de estos sitios web. 

«He vivido esta realidad con sufrimiento, de verdad. Es que una piensa en dónde vamos a llegar. Me indigna pensar que hay gente bien formada que no tiene trabajo y que haya quien no esté formado y tenga títulos obtenidos de esta manera que puedan favorecerle el acceso al mundo laboral. Y no es descabellado pensar que estas web intenten incluso captar a profesores que ya trabajan en la universidad. Yo avisé de mi experiencia porque no me parece ético. Me parece un escándalo».

Julio Pérez Gil, secretario general UBU«Estamos muy preocupados. Es fraude académico pero el problema es la prueba»
Julio Pérez Gil, secretario general de la UBU, admite que están «muy preocupados» por este asunto. «Si un alumno copia o plagia, tenemos herramientas de detección, pero en este caso es muy difícil encontrar una tipificación, un mecanismo que permita el castigo. Esto es algo completamente nuevo», señala. Recuerda Pérez Gil que conductas de este tipo antes estaban tipificadas como «falta de probidad». Ahora, indica, la nueva ley (la otra databa de 1954) alude directamente al fraude. «El gran problema es acreditar este fraude. En este caso, el problema es del la prueba. Es muy difícil luchar contra esto, de ahí la preocupación. Estas conductas están descritas como fraude académico en la ley pero el problema es la prueba».

En la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue) este tema ya ha sido abordado, apunta Pérez Gil. «Y es una preocupación común».Indica que los mecanismos para articular una respuesta tardarán un poco en llegar. Estos fraudes, si se trata de TFG, TFM o Tesis Doctoral son calificados de 'muy graves', mientras que en otros trabajos de 'graves'. Las sanciones van desde el máximo, que es expulsión de dos meses a tres años de la universidad y pérdida de derechos de matrícula en un curso, hasta expulsión de un mes la menos grave.