900 militares en la gran prueba de fuego

I.E.
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El ejercicio que culminará el proceso de transformación de la División San Marcial se desarrolla entre Burgos, Soria, La Rioja y Albacete

900 militares en la gran prueba de fuego - Foto: Jesús J. Matí­as

El despliegue de tropas que requiere un test como el diseñado para culminar la transformación de la División San Marcial es ingente, se asemeja más a una movilización en territorio hostil que a un ejercicio en terreno amigo. Cerca de 900 militares, entre ellos 18 mujeres, participan en el ‘Martial Summit 21’, la prueba de fuego que determinará si las nuevas unidades dirigidas desde el cuartel general de Burgos están perfectamente compenetradas para llevar a cabo operaciones conjuntas en cualquier escenario.

Estas maniobras a gran escala se están efectuando desde el 27 de septiembre y hasta mañana entre las provincias de Burgos, Soria, La Rioja y el centro de adiestramiento de Albacete, con toda la complejidad que implica desde el punto de vista de las tareas de mando, control y logística.

Además, en el ejercicio se combinan las habilidades y características de las diferentes unidades de la División. Las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet)  despliegan -y el martes algunos medios de comunicación lo pudieron comprobar en la base de Agoncillo (La Rioja)- todos sus helicópteros, desde los de ataque, los ‘tigre’, hasta los de carga pesada, los ‘chinook’, pasando por los NH-90 y los Cougar. Pero también fue movilizada la Brigada Paracaidista Almogávares VI, con soldados que se lanzan al vacío con cargas que en ocasiones superan su propio peso; el Mando de Operaciones Especiales, cuyos efectivos han de pasar un complejo proceso de selección; el Mando de Tropas de Montaña, y el Regimiento de Operaciones de Información.

El ejercicio simulado reproduce a la perfección un situación de conflicto bélico que plantea el cuartel general de la División. En este caso, la instrucción principal era la coordinación de los apoyos directos de helicópteros de ataque a las tropas de tierra, en un test de integración entre los equipos de las operaciones especiales y las tripulaciones de las Famet. Además, los ‘boinas verdes’ mantendrán encuentros con líderes locales apoyados por patrullas de helicópteros tigre como protección y con una aeronave de evacuación de heridos preparada para intervenir ante cualquier necesidad.

Paralelamente, se simularán también acciones de apoyo directo de helicópteros de ataque en beneficio del grupo táctico del Mando de Tropas de Montaña y se lanzarán paracaidistas sobre el terreno para tareas de reconocimiento avanzado. Y, lógicamente, también se entrena la extracción  de los combatientes con las fuerzas aerotransportadas, como colofón del ejercicio.