La industria burgalesa opera a pleno rendimiento

L.M.
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Los expedientes en activo o negociación se han reducido mucho por la llegada de microchips y el pico de consumo que se genera en vacaciones. La recesión asusta pero no ahuyenta

La industria burgalesa opera a pleno rendimiento - Foto: Luis López Araico

Con un ojo en los nubarrones que se intuyen a la vuelta de las vacaciones pero con el colchón que está dejando un verano óptimo en cuanto a la producción se refiere. Así afronta la industria burgalesa los últimos coletazos de los dos meses estivales antes de empezar a encarar, a partir de la semana que viene, la cuesta de septiembre. Más temida si cabe en este 2022 que en cursos pasados, en el horizonte los expertos pronostican un tercer cuatrimestre muy marcado por la inflación, el descenso de cotizantes tras el fin de la campaña veraniega o la posible recesión.

Ajena a estos augurios, las principales fábricas que impulsan la economía burgalesa operan en estos momentos a un ritmo alto. En algunos casos está llegando al cien por cien de su capacidad, mientras que en otros siguen la estela de veranos pasados, y no precisamente los de 2020 y 2021. En el primero de los capítulos se encuentran firmas como Adisseo o Verallia, que están acumulando rendimientos muy óptimos en julio y en agosto. Así lo apuntan desde el sindicato UGT, que confirman que la situación en otros sectores es también positiva. «Las previsiones no son malas de cara al otoño», reconoce su secretario general de FICA, Ramiro Marijuán.

La agroalimentación, con el pico de consumo que se genera durante los meses de verano, también está cosechando buenos registros y están libres por completo de ERTE.

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