La M.O.D.A. se agiganta en Madrid para despedir el Cancionero

A.S.R.
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La Maravillosa Orquesta del Alcohol cierra a lo grande su gira en el Wizink Center ante 12.000 personas con amigos, como El Nido, el Coro Interludio, Diego Galaz o Estampas, y cuatro gigantones en el escenario. En primavera vuelve a la carretera

La M.O.D.A. se agiganta en el WiZink rodeado de amigos. - Foto: Gloria NM y Rodrigo Mena

Parecía imposible que pudieran sorprender después de 60 bolos, ya era suficiente emoción verlos tocar ante 12.000 personas, conquistar una vez más el WiZink Center, pero La Maravillosa Orquesta del Alcohol volvió a hacerlo. Los muchos burgaleses que se sentaron en el antiguo palacio de los deportes de Madrid no se lo podían creer, pero ahí estaban. En el escenario, a los chicos de la camiseta interior los escoltaban muy serios, inamovibles, pero imponentes, ¡cuatro gigantones! Una representación de las figuras más aclamadas de la cultura tradicional enfilaron la A-1 para pasmo de propios y extraños.

Fue uno de los puntazos del concierto que La M.O.D.A. dio el sábado en la Villa y Corte. Un puntazo de los muchos que se vivieron en el fin de la gira, por este año, de Nuevo Cancionero Burgalés.

Los músicos ayer seguían aún en una nube. «Estamos muy emocionados, todavía sin haber podido asimilar lo que ha pasado. Es uno de los conciertos más emocionantes que recordamos, si no el que más», acertaban a decir orgullosos de haber conseguido su propósito de llevar «un poco de nuestra tierra a Madrid» y hacerlo gracias a los amigos que los acompañaron, que no fueron pocos, desde el minuto uno. 

Salieron los miembros de El Nido, felices a reventar por tocar sus canciones, incluidas las de su nuevo disco, Refugios a cielo abierto, a punto de caramelo, para caldear una noche que se convirtió en una fiesta repleta de colegas. Pasaron el Coro Interludio, que interpretó una pieza de Antonio José y los acompañó en Campo amarillo, que también contó con Diego Galaz, «no podía faltar»; Estampas Burgalesas, que se marcó una colorida La Molinera; Gara Durán, que sumó su voz en Colectivo Nostalgia; Gorka Urbizu, productor del álbum, con el que hicieron unos temas en directo por primera vez este año...

Ahora, anotaban ayer los músicos, toca descansar, asimilar y disfrutar de lo vivido. No por mucho tiempo. En marzo vuelven. Cruzarán el Atlántico para participar en el Vive Latino de México. Luego contemplan pasar por Argentina y Chile y regresar al país azteca. Y desde primavera, nueva gira por España. ¿Volverán a poner patas arriba el Wizink Center en 2023? Aún andan ultimando el calendario, que pronto anunciarán. ¿Y después, nuevo disco? Se ríen. «Es muy pronto todavía. Nosotros estamos con fuerzas y motivados, pero está aún lejano». Cada alegría, a su tiempo.