Una de las principales virtudes del Burgos CF es su poder de contención. La solidez se ha convertido en seña de identidad de los blanquinegros y en el pilar sobre el que se apoya su juego en la mayor parte de los partidos. Como ocurrió el domingo ante el Tenerife, cuando el equipo se aplica en defensa a su adversario se le complica su labor ofensiva. El eje de la zaga está funcionando a un buen nivel durante toda la temporada y todos los centrales han tenido su oportunidad. Aitor Córdoba es el fijo, Grego Sierra le sigue en cuanto a minutos, aunque con un margen muy pequeño con respecto a Miguel Rubio. El cuarto en discordia es Zabaco, que es el que menos ha participado, aunque acumula casi 1.000 minutos sobre el terreno de juego. 

Todos ellos cumplen a la perfección con su labor defensiva, aunque los tres primeros también han aportado su granito de arena en la fase ofensiva. La estrategia es una de las armas del Burgos CF en cada partido y ellos son una pieza importante en este aspecto del juego.

Sus goles significan puntos y siempre que han marcado el equipo ha sumado. Incluso en algunos casos han sido los protagonistas de las victorias, como le ocurrió el domingo a Miguel Rubio en el choque ante el Tenerife.

En este aspecto, Grego Sierra es el que lleva la delantera a sus dos compañeros, ya que ha marcado un gol más. Se estrenó en un partido especial. Marcó ante el Mirandés el único gol del partido y permitió que el derbi burgalés fuera blanquinegro.

El murciano ha visto puerta en otras dos ocasiones. Marcó el 1-0 ante el Lugo, aunque el equipo acabó empatando (1-1), mientras que hizo el 0-1 en Fuenlabrada y enseñó el camino hacia la victoria al equipo que acabó ganando 1-2.

Grego es uno de los jugadores más peligrosos en las jugadas a balón parado, uno de los futbolistas con los que la defensa rival tiene un especial cuidado cuando llega una estrategia. Tiene un poderoso juego aéreo y es un jugador que se mueve bien en el área.

Córdoba se estrena. La evolución del vizcaíno esta temporada está siendo más que notable. Nunca había jugado en Segunda División, aunque ya es el jugador que más minutos ha jugado en esta campaña por delante de hombres como Elgezabal. Además se ha estrenado como goleador en su tercera campaña como blanquinegro. No había marcado en Segunda B con la camiseta dl Burgos, pero ha visto portería en la Liga SmartBank y marcó en dos jornadas consecutivas. Cerró el partido ante el Alcorcón con el 3-1 y encaminó la victoria ante Las Palmas logrando el 0-1. Cuando marca el equipo gana. 

Esa confianza que ha ido adquiriendo con la acumulación de partidos le ha convertido e también en una baza en las jugadas ofensivas. El domingo estuvo cerca del gol, aunque Soriano con una gran parado lo evitó poco antes del descanso.

La envergadura de Rubio. El madrileño cedido por el Getafe es el más joven de los tres. Ha participado en 21 encuentros y se ha convertido en un jugador que entra en los planes de Calero con asiduidad, sobre todo cuando el madrileño opta por jugar con 5 centrales. Es el que tiene una mayor envergadura y cuando el rival tiene un delantero corpulento la labor del de Leganés es secarle.

Sus 191 centímetros le convierten en una amenaza en el área contraria. Ha marcado en dos ocasiones , aunque se ha quedado cerca de la diana en muchas más. Fue el primero en marcar y lo hizo en la quinta jornada contra el Amorebieta en Lezama. Su gol fue el 1-2, aunque el equipo acabó empatando (2-2).

Ha sido el último héroe blanquinegro y es que en el choque del domingo ante el Tenerife fue el autor del único tanto que se vio en el partido, por lo que  valió tres importantes puntos.