«No haces menos porque no estés en primera línea»

MÓNICA PURAS (SPC)
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Juan Manuel Regaño es el segundo entrenador del Burgos CF femenino. «Con un balón de por medio apenas me di cuenta del cambio de entrenar a chicos o chicas», dice

Juan Manuel Regaño es el segundo entrenador del Burgos CF femenino. - Foto: Valdivielso

Le apasiona el fútbol formativo. Juanma Regaño tiene amplias cualidades para la enseñanza puesto que estudió Magisterio, aunque no ejerce en las aulas, sí lo hace sobre el césped, artificial o natural, donde le avala una amplia trayectoria de 23 años. Después de dos décadas en los banquillos masculinos de San Cristóbal, Vadillos y Burgos UD, la presidenta del CDNuestra Señora de Belén, Carolina Goicoechea, le abrió las puertas de su club, al que accedió hace tres temporadas, primero como técnico del equipo de Primera Regional y actualmente como segundo del de Primera Nacional, ahora ya como Burgos CF, y dando soporte al técnico Moisés Ichaso, con el que confiesa tener «una fabulosa relación como con el resto de los compañeros» del staff «nos ayudamos en todo».  

El auge y el alto nivel del fútbol femenino fueron los motivos por los que se embarcó en esta aventura, «apenas me dí cuenta del cambio de chicos a chicas. Una vez que está el balón de por medio no hay muchas diferencias», subraya. 

Regaño aprecia más el salto cualitativo en subir un escalón de la categoría, «el nivel de los equipos en la competición nacional es bastante considerable, son todos equipos fuertes del primero al último. Ninguno te lo pone fácil. En Regional hay seis equipos fuertes y existen más diferencias», explica.

Su cargo como ayudante técnico conlleva mucha gestión de grupo, de métodos didácticos, aspectos emocionales y enfoques de entrenamientos o juego, aunque «obviamente tienes menos preocupaciones, no das tantas vueltas a las cosas. No significa que haga menos, sino que lo hago más relajado. Hago más labores complementarias, de apoyo. No estás en primera línea», argumenta. No siempre comparte con Ichaso la misma visión, añade, «no tengo que coincidir al cien por cien. Y el resto, igual. Damos nuestra opinión libremente y luego es Moisés quien determina lo que es más conveniente para el grupo». 

La temporada hasta el momento no puede calificarla de otra forma que con «una nota muy alta». El Burgos CF es tercero, a cuatro puntos del líder, la Real Sociedad y a uno del SDEibar. «La plantilla no es muy amplia, además partíamos con tres jugadoras lesionadas y alguna que se ha sumado de larga duración. Participan todas, las que juegan mucho, las que juegan poco, las lesionadas. Nadie baja los brazos. Trabajan al máximo en los entrenamientos y todas suman», valora.

Fortaleza física y psicológica son dos de las virtudes que señala el técnico soriano de Almazán sobre su plantel. «Siempre van hasta el final en los partidos. Somos un equipo muy aguerrido y rocoso», destaca.  

La absorción del Burgos CF les ha facilitado el trabajo sobre todo, a nivel instalaciones de la Ciudad Deportiva de Castañares, «nos ha ayudado bastante tener gimnasio y también la disposición de disponer de un campo cuatro días a la semana». 

Sin metas elevadas. A simple vista es un hombre calmado y parece tener las ideas claras. El mejor consejo que le dieron no dista mucho del que Regaño quiere dar: «Salir a disfrutar y divertirse con el fútbol, porque si haces esto seguro que aprendes». 

Al coger las riendas de un equipo femenino, procedente del masculino, le sorprendió sobremanera, «la adaptación de las chicas. Las edades tan dispares en el Regional, donde hay niñas con 14 a 15 años y jugadoras de 30. Y las mayores integran a las pequeñas y al revés, dado que no existen cadetes ni juveniles», manifiesta.

Si tuviera que elegir tres adjetivos acerca del fútbol profesional, Regaño enumera «interés, profesionalismo y poco cercano o inaccesible», aunque emplearía algunos matices con el femenino, porque pone como ejemplo «que el año pasado en un amistoso con el Atlético de Madrid, las jugadoras del primer equipo en Santo Domingo de la Calzada eran bastante cercanas. Ahora solo hay que ver que llegan en el autobús con los cristales tintados y vallas de por medio». 

Mientras que los calificativos para el fútbol base serían «educación, diversión y aprendizaje. Lo más importante», afirma.

La evolución del fútbol femenino crece «a pasos agigantados tanto en técnica como en táctica. Y el fútbol femenino está más preparado con más medios. Además se está luchando cada vez más por todo. Y se le está dando más visibilidad. En Burgos ya hay más equipos femeninos de otros clubes y creo que seguirá aumentando», asegura.

No se marca ningún reto personal, «no tengo cotas altas.Quiero disfrutar de lo que hago enseñando fútbol y luego poder compaginarlo con mi familia, que siempre está ahí, y mi trabajo», concluye.