La estrella Michelin empuja a Serrano a crear empleo y menú

JUNIOR VIEIRA
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El reconocimiento ha provocado que «la ocupación del restaurante suba en un 60%». El chef ya trabaja en otra propuesta culinaria que consta de cuatro piezas «musicales» inspiradas en el entorno mirandés

Con tan solo 24 años, Alejandro Serrano ya tiene un gran prestigio. - Foto: Valdivielso

La estrella Michelin que Alejandro Serrano consiguió el pasado diciembre ha supuesto un verdadero impulso para su restaurante. El anuncio conllevó un gran reconocimiento a nivel nacional, lo que implicó que su ocupación subiera hasta «en un 60%». Un incremento del ritmo de trabajo que le ha permitido aumentar plantilla hasta en tres empleados más.  «Actualmente, en la empresa somos nueve personas trabajando», afirma el mirandés. Junto a todo su equipo, el ambicioso chef pone su mirada en el futuro más cercano y anuncia que en abril verá la luz un nuevo menú, compuesto por cuatro piezas «musicales» formadas por «conceptos con los que se han trabajado a gusto estos años». 

Tras ponerse por primera vez la chaquetilla blanca, Serrano no se conforma y sin dudar asegura que quiere ir a por la segunda estrella. «Para mí es una satisfacción el poder seguir evolucionando y tener ambiciones», sostiene. Este deseo de progresar y mejorar cada día se ha traducido en que numerosos comensales acudan «a descubrir el restaurante». No solo sus propios conciudadanos, ya que «el 50% del público es de fuera de Miranda». Precisamente ese aumento de las reservas significa una de las principales razones por las que el joven ha podido ganar personal.  

A modo de evocar «el mar de Castilla», Serrano ofrece dos menús de degustación cuyos nombres de Aquende y Allende pretenden rememorar Miranda y su entorno. Con el objetivo de «evolucionar» en su carrera y continuar con ese sentimiento, el chef ya prepara una nueva carta que verá la luz el mes que viene. El menú estará conformado por cuatro platos, «cada uno va a tener su historia, su sentido y sus sabores vinculados», describe el cocinero, quien anuncia que girarán en torno a «la musicalidad». Con la idea de seguir en la línea mostrada hasta ahora, las piezas no incluirán carnes, sino que estarán constituidas exclusivamente por «pescado y marisco». 

Siempre mira a un horizonte lejano, más allá de trabajar en sus próximas creaciones. «Una vez que lanzamos el nuevo menú, ya se piensa en el siguiente», confiesa. 

Su éxito en los fogones ha implicado que cada vez sean más los reconocimientos gastronómicos que recibe. Hace poco menos de un mes se le concedió un Sol de la Guía Repsol 2022. Un premio al «surcar los cielos del sabor, la sensibilidad y la estética», explicaba el jurado entonces. Serrano no puede estar más agradecido, ya que «al final todos los premios que vengan están bien». No solo como recompensa a su trabajo, sino para que «el público se abra más y más». La recepción de los clientes significa gran parte del éxito culinario y estos galardones «te dan mayor visibilidad», subraya. 

En honor a su nombre, sus padres abrieron en el año 2000 el restaurante Alejandro en el poblado de Bayas.  Desde pequeño, este mirandés se impregnó de fogones y sartenes en el negocio familiar, hasta que decidió emprender su propia carrera y marcharse a estudiar a Bilbao. Tras conseguir una estrella Michelin, un Sol en la Guía Repsol y el reconocimiento no solo de los mayores expertos gastronómicos del país, sino también de toda la ciudadanía mirandesa, Serrano considera que vive «el momento deseado por cualquier cocinero».

Al echar la vista atrás y plantear la posibilidad de volver a hablar con aquel joven que se abría paso por el mundo culinario, el chef afirma que «si fuera un niño y viera todo esto, me daría mucho ánimo el ver que he podido llegar a esta meta». De momento, porque su mente ya mira al siguiente hito.