Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


De mal en peor

09/03/2023

Muy angustiado debe estar Pedro Sánchez, muy descolocado como presidente obligado a recurrir al principal partido de la oposición para sacar adelante una iniciativa parlamentaria fundamental para su prestigio, como para que haya cometido el gran error de mencionar de forma indirecta el encuentro de Feijóo de hace varios años con un narcotraficante gallego. Historia arrinconada porque nadie ha podido demostrar que el entonces presidente de Galicia tuviera conocimiento de que a qué se dedicaba Dorado y mucho menos que amparase su actividad.

Esa mención en la sesión parlamentaria de control, precedida por la "espantá" de Pedro Sánchez y no acudir al Congreso para votar la reforma de la una ley que ha agravado extraordinariamente la crisis que vive el gobierno por los desacuerdos entre el PSOE y Podemos, más la también insólita decisión de no sumarse, como ha hecho siempre, al acto con el que el ministerio de Igualdad celebraba el día de la Mujer, es la demostración palpable de que el presidente está noqueado. Derrotado anímicamente por el hecho de que le debe un inmenso favor a Feijóo y al PP, y aturdido por la pésima gestión de las tensiones entre los ministros socialistas con sus compañeras Montero y Belarra. La primera consecuencia, además del descrédito del presidente por no ser capaz de ejercer su autoridad, ha sido que por primera vez en décadas la conmemoración del 8-M, siempre una celebración, este año ha sido un día de confrontación entre miembros del gobierno, descalificaciones políticas y personales, abucheos e insultos en varias ciudades españolas entre los asistentes a manifestaciones con distinta percepción del feminismo, y visualización de la incapacidad del presidente para pacificar el clima que hoy vive su gabinete.

Un espectáculo deplorable que saca a la superficie los peores defectos de Pedro Sánchez, un político arrogante… con pies de barro cuando se advierte que es incapaz de ejercer su liderazgo.

Le quedan pocas salidas para recuperar su imagen, hoy de capa caída. Lo más inteligente sería romper la coalición, por lo menos demostraría que tiene carácter, no admite disidencias y sabe ejercer su jefatura ante un equipo que hoy es una inconsistente jaula de grillos. Puede hacerlo, romper la coalición, sin que peligre su continuidad hasta el final de la legislatura, porque quedan pocos meses por delante y no le sería difícil sacar leyes que no son especialmente conflictivas, ya que en ningún caso se piensa que Tamames pueda desalojarlo de Moncloa. Ni siquiera si Vox contara con el apoyo del PP.

La recuperación de Pedro Sánchez es difícil tras los errores continuados que le han llevado a una situación en la que ya no solo las encuestas le envían serias señales de alertas: su rostro demuestra que también él se ha dado cuenta de que la pérdida de peso, de solvencia y de rigor le están pasando factura. Podemos ya no es garantía de supervivencia sino, al contrario, le está llevando al abismo.