Falta de coordinación en Aranda para los fondos europeos

I.M.L.
-

Cada área prepara proyectos de forma independiente y, por el momento, sólo han llegado 150.000 euros para la Agenda Urbana y se han pedido otros 160.000 para la Casa de Cultura

El Ayuntamiento arandino está pendiente de varios planes y proyectos pero aún no ha concretado grandes inversiones. - Foto: Patricia

La aportación de los fondos europeos Next Generation lleva camino de pasar de largo por la capital ribereña. Esta oportunidad para ejecutar proyectos para reparar los daños de la crisis de la covid-19 se ha materializado para el Ayuntamiento de Aranda, de momento, en 150.000 euros para elaborar la Agenda Urbana, y se espera la respuesta a la solicitud de 160.000 euros para la segunda fase de modernización del auditorio de la Casa de Cultura.

Eso es todo lo concreta, el resto son iniciativas sobre el papel, nada atado. Por parte del área de Medio Ambiente quieren presentar un proyecto para crear una senda verde que una los tres ríos arandinos y arreglar, de paso, el GR-14 a su paso por Aranda. En el caso de Turismo, se habló de un plan de sostenibilidad con el que habría que contar para poder concurrir a estos fondos, del que no se ha vuelto a saber nada concreto. 

Otro de los proyectos que encadena casi cinco meses de retraso es la modificación del ARU del barrio de Santa Catalina para adaptarse a la norma estatal y optar a los fondos Next Generation. Una condición que se anunció en noviembre y que todavía no se ha acometido. 

El Ayuntamiento de Aranda adjudica ahora un contrato de asistencia técnica para tal adecuación por 12.632 euros. La firma adjudicataria cuenta con un plazo de dos meses para ello. Una vez modificado el proyecto en la línea que marcan las nuevas directrices, ya se podrá concretar el futuro convenio de colaboración entre el Gobierno central, la Junta de Castilla y León y el Consistorio arandino, por lo que habrá que esperar (aún más) para que la oficina de información en el Centro Cívico Virgen de las Viñas sea una realidad.

En una comparativa de cifras con la ciudad burgalesa más similar a Aranda, Miranda de Ebro, la primera no sale bien parada. Compiten los 150.000 euros para la Agenda Urbana arandina y los posibles 160.000 euros para el auditorio de la Casa de Cultura con el 80% de la ampliación de la EDAR mirandesa, con un presupuesto de adjudicación de 14,5 millones (11,6 millones), a lo que habría que sumar un proyecto de rehabilitación para su casco viejo y 150.000 euros para una vivienda para discapacitados intelectuales.  

Poco o nada. Desde dentro del Ayuntamiento, la oposición tampoco tiene conocimiento de posibles líneas de trabajo. «Vamos, como siempre, mal y tarde, nos tienen acostumbrados al 'nadismo'», lamenta la portavoz de IU, Vanesa González. «Una vez más, tememos que estos fondos pasen sin que en este Ayuntamiento le saquemos partido, como la Ciudad Europea de Vino, por tercer año consecutivo y, algunos museos siguen cerrados», se suma Andrés Gonzalo, portavoz de Podemos. «Desconocemos si tienen proyectos o no, hay que hacer lo más procedente, pero lo que no se puede hacer es no hacer nada», critica sin ambages el portavoz del PSOE, Ildefonso Sanz.

En cuanto a los motivos por los que no se están presentando más proyectos para acogerse a los fondos europeos Next Generation, desde los bancos de la oposición lo califican de «excusa». «Es lo de siempre, falta de personal, que no hay técnicos», se queja González, mientras que Sanz insiste en que «todo lo achacan a la falta de personal, pero hay que tener ideas para hacer las cosas».

Y ponen un ejemplo claro. La compra de dos autobuses para el transporte urbano. «Hay que tener proyectos concretos, que no tienen, como el de la compra de los autobuses, que lo van a dejar pasar por optar por el diesel en vez de por vehículos eléctricos, que sí cumplirán con los requisitos», critica el portavoz socialista, a lo que el de la formación morada añade que «los de gas, por ejemplo, cumpliría con la Agenda 2030, más beneficioso para la salud de todos, respetuoso con el medio ambiente y sería tarjeta eco, como en todas las ciudades, menos aquí, y que podría acogerse a las subvenciones».